Como no podía ser de otra manera, Johannesburgo, Sudáfrica y todo el continente africano han cerrado "su" Mundial de una forma espectacular, despidiéndose a lo grande, a la altura de las circunstancias.
La ceremonia arrancaba con un apagón en el estadio y una emocionante cuenta atrás para dar lugar a la "explosión" con la actuación de Shakira, uno de los iconos de este Mundial, y su ya famosísima Waka Waka, con el lema "This time for Africa". Y bien que lo sabemos. Realmente espectacular fue la actuación de la colombiana, ataviada con unos colores que recordaban claramente a los de nuestra selección.
A continuación por el campo fueron discurriendo imágenes de todas y cada una de las selecciones que han disputado el campeonato, en un despliegue tecnológico sin igual, que conviertieron el césped del Soccer City en una especie de periódico deportivo. Todos nos emocionamos cuando vimos en él los goles de Villa y Puyol.
Las actuaciones se fueron sucediendo, y algunos grupos sudafricanos aportaron el calor y el color característico del país, dando un grito al mundo de que ellos también están capacitados para albergar grandes eventos.
Momentos después se anunciaron los dos finalistas del Mundial, con el despliegue de las dos banderas, lo que puso la piel de gallina a todos los espectadores para, a continuación, desplegar en la lona del césped una imagen con la palabra "gracias" en todos los idiomas.
Justo en ese momento, y para cerrar la ceremonia, se produjo una de las imágenes que quedarán para la historia de los Mundiales: la entrada al estadio de Nelson Mandela, lo que provocó la exaltación y el júbilo de todo el público. Con una sonrisa siempre presente, Mandela se paseó por el estadio saludando a todos los ahí presentes, una estampa impresionante. Tremendamente emotiva.