(Libertad Digital) La irrupción de España en la Copa Confederaciones ha prolongado la arrolladora imagen que impone respeto en cualquier lugar del planeta. Alejada de los nervios del debut de etapas anteriores, la selección nacional vive instalada en una seguridad incontestable. En la amistad trasladada al terreno de juego de un grupo de amigos que no saciarán su hambre hasta el Mundial. La Confederaciones es una buena prueba. Nueva Zelanda es un rival de poco caché, pero en los tiempos que corren para la 'Roja', cualquier selección que no sea grande por su historia se minimiza ante la fuerza de España. Acaba siendo un juguete en sus manos.
La fortaleza física de los 'All Whites' y su poderío en el juego aéreo se desvanecieron de un plumazo. La recuperación total de Sergio Ramos permitía a Vicente del Bosque alinear a Cesc Fábregas. El elegido para hacer olvidar la fantasía de Andrés Iniesta. Y lo bordó en el estreno. La fuerza física del sevillano, que se convertía en el jugador más joven en alcanzar 50 partidos con la selección, permitía cubrir toda la banda derecha y dar libertad total a Cesc. Se asoció con su admirado Xavi para implantar un ritmo que destrozó a Nueva Zelanda. Los 'kiwis' corrían detrás del balón y se veían superados en cada acción individual.
Desde el inicio España fue arrolladora con su banda izquierda liderando las acciones ofensivas, con un imponente Riera, y el acierto rematador de Fernando Torres, en la mejor de sus imágenes. La selección despidió un gran evento -la Eurocopa- con un histórico tanto de Torres en la final ante Alemania y comenzó un año después otro -la Confederaciones- con el 'Niño' dando un recital de remate. Firmó el 'hat-trick' más veloz de la historia española, en 16 minutos (superando a Gaspar Rubio, que el 17 de marzo de 1929 lo consiguió en 20). A los seis conectaba con Cesc y ponía en la escuadra un disparo desde la frontal. Ocho minutos después culminó la jugada más bella del encuentro: Riera desbordó y asistió al hueco en el desmarque de Villa, que centró atrás para que Torres, con un toque sutil con el interior de su bota derecha, alejase el balón de Moss pegado al palo. Y en el 16, explotó su fuerza rematadora con un testarazo a la escuadra a pase de Capdevila.
España podía echarse a dormir, pero todos querían disfrutar de la fiesta. En el paseo, Moss salvaba dos remates consecutivos de Villa y Torres más un disparo potente de Riera, antes de encajar el cuarto. Otra triangulación de España. Otra exhibición de toque acababa con gol a placer de Cesc tras nueva asistencia de Capdevila. No había noticias de Nueva Zelanda, esa selección que días antes había puesto contra las cuerdas a Italia. Acomplejados ante una apisonadora, los 'kiwis' perdieron sus señas de identidad desde el desorden defensivo, donde el veterano Vicelich no daba crédito a lo que veía.
Faltaba el gol de David Villa. El 'Guaje' parecía afectado por las negociaciones con el Real Madrid. No estaba tan activo como en él es habitual. Más tarde encontraría su premio. Antes, cuando la primera parte llegaba a su fin, Iker Casillas salvaba la única acción de peligro neozelandesa, a balón parado, en una falta lanzada por el lateral derecho Mulligan. El mayor peligro, su pareja ofensiva formada por Smeltz y Chris Killen, no apareció.
Con todo sentenciado y Vicente Del Bosque midiendo los esfuerzos de sus futbolistas, España bajó un grado la intensidad. Mantuvo su estilo de toque. Dispuso de ocasiones pero no hizo más sangre de un rival herido que se jugará con Sudáfrica e Irak un puesto en semifinales. Villa obtuvo su recompensa cuando menos lo esperaba. Asaltó el segundo puesto de goleador de la historia, igualando a Fernando Hierro, gracias a un error garrafal de Boyens, quien a centro de Fernando Torres desde la izquierda, respondió con patada al aire, dejando el quinto a placer.
Del Bosque reservó a jugadores cargados de minutos en la temporada -Sergio Ramos, Xavi y Torres-, y dio entrada a Arbeloa, Cazorla y Silva, pero la cuenta goleadora no se amplió. Y eso que Villa lo intentó hasta el final. También Capdevila, Cesc y Riera con disparos peligrosos. España firmó un debut inmaculado. El estreno soñado por cualquier selección en una competición corta en la que manda un mensaje a Brasil e Italia, sus principales rivales por el título. Sólo el Barcelona, a nivel de clubes, está capacitado para poner en práctica un juego tan vistoso.
Ficha técnica del partido
Nueva Zelanda, 0: Moss; Mulligan, Boyens, Vicelich, Lochhead; Elliott, Brown, Brockie (Christie, m.27), Bertos; Killen (Bright, m.84) y Smeltz (James, m.75)
España, 5: Casillas; Sergio Ramos (Arbeloa, m.53), Puyol, Albiol, Capdevila; Xabi Alonso, Xavi (Cazorla, m.53), Cesc, Riera; Villa y Torres (Silva, m.69)
Goles: 0-1, m.6: Torres; 0-2, m.14: Torres; 0-3, m.17: Torres; 0-4, m.24: Cesc; 0-5, m.48: Villa
Árbitro: Coffi Codjia (Benin). No mostró tarjetas
Incidencias: Partido de la primera jornada del grupo A de la Copa Confederaciones disputado en el Real Bafokeng Stadium de Rustemburgo (Sudáfrica) ante unos 10.000 espectadores
España aplasta a Nueva Zelanda en su debut en la Copa Confederaciones
Mejor no le han podido ir las cosas a la selección española en su debut en la Copa Confederaciones, al pasar como un rodillo sobre una pobre Nueva Zelanda (0-5). Torres, con un 'hat-trick', Cesc y Villa han sido los autores de la 'manita' que pone a España al frente del grupo A.
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