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EN UN PARTIDO DE LA CHAMPIONS EUROPEA

Escándalo en el rugby por el uso de una cápsula de sangre falsa

Un jugador sancionado un año, un entrenador inhabilitado tres años y un médico que no podrá ejercer en el mundo del rugby durante dos. Ése es el resultado del "bloodgate", el escádalo originado porque un equipo utilizó una cápsula de sangre falsa para saltarse las reglas de este deporte.

Un jugador sancionado un año, un entrenador inhabilitado tres años y un médico que no podrá ejercer en el mundo del rugby durante dos. Ése es el resultado del "bloodgate", el escádalo originado porque un equipo utilizó una cápsula de sangre falsa para saltarse las reglas de este deporte.

Los hechos ocurrieron el pasado 12 de abril. Se disputaba en Inglaterra el partido de cuartos de final de la Heineken Cup –la Champions League del rugby europeo– que enfrentaba al equipo local, el Harlequins, contra el Leinster. Se cumplía el minuto 75 de juego, tan sólo faltaban cinco minutos para el final del partido, el equipo local perdía por 5-6 y ya había realizado todos los cambios permitidos.

Ese fue el momento en que se produjo el suceso que ha levantado ahora una auténtico escándalo en el mundo del rugby. El jugador de los Harlequins Tom Williams empieza a sangrar en abundancia por la boca. Según las reglas del juego, si algún jugador sufre un corte y sangra del cuello para arriba se permite sustituirle por otro jugador aunque ese equipo haya realizado ya todos los cambios reglamentarios.

Los arbitros dan el visto bueno y Tom Williams es sustituido por el veterano Nick Evans, que había sido cambiado durante el partido por otro compañero y que, al haber sido sustituido por decisión técnica y no por lesión podía volver a reingresar en el campo. Evans en el pateador principal del equipo y es la última esperanza de su equipo para intentar ganar el partido. Su entrada en el campo, finalmente, no sirvió para nada, pues su equipo acabó perdiendo el partido por 5 a 6.

Meses después, en pleno agosto, la cadena británica Sky Sports consiguió desvelar el engaño. Hizo públicas unas imágenes en las que se aprecia cómo el jugador Nick Williams saca una cápsula de sangre falsa de sus medias y se la lleva a la boca, donde la rompe de un mordisco y libera el contenido, la falsa sangre, que consigue engañar a los árbitros y a los allí presentes.

La ERC, el organismo europeo que organiza las competicionesde clubes europeos, lo que sería la UEFA en el fútbol, se ha mostrado tajante tras conocerse el engaño. El jugador, Nick Williams, ha sido sancionado con un año sin jugar poder jugar, que terminará de cumplir en julio de 2010. El entrenador de los Harlequins, Dean Richards, considerado por la ERC como el propulsor del engaño, no podrá volver a entrenar a un equipo durante tres años.

Además, el médico del equipo también ha sido inhabilitado, y no podrá ejercer su profesión en un club de rugby durante los dos próximos años. A esto, se une la sanción económica al Harlequins, que tendrá que pagar una multa de 250.000 euros.

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