Caroline Wozniacki levanta pasiones allá por donde va. Ya sea por la calidad de la tenista –es la actual dominadora del circuito– o por la belleza que desprende, el público siempre acude en masa a ver los partidos de la danesa. De hecho, la organización sitúa sus partidos en el Rod Laver Arena, la pista principal del torneo australiano.
En los cuartos de final, Caroline Wozniacki sorprendió al público masculino con un bonito tutú blanco que causó furor en las pistas de Melbourne. Debajo de este modelito llevaba un culotte rosa para no dejar ver más de lo necesario.
Todo simpatía y un poco mentirosa
También goza de un gran seguimiento fuera de la pista. Sus ruedas de prensa después de los partidos son multitudinarias y deja al descubierto su simpatía ante los periodistas.
En una ocasión durante el presente torneo, después de jugar con una venda en la pierna y para no repetir los tópicos que sueltan los deportistas –"ha sido un rival difícil", "he tenido que lucha al máximo"...- se inventó una historia para explicar el porqué del vendaje.
La danesa, en tono serio, explicó que la lesión se la había producido un canguro después de que la tenista intentara socorrer al animal herido. La prensa se lo creyó y, rápidamente, publicaron la historia. Ella, con una sonrisa de oreja a oreja, tuvo que salir a desmentir la historia y a explicar que fue un accidente en la cinta de correr lo que le provocó el corte en la pierna. Todo un encanto.
Wozniacki, por primera vez a semifinales
El partido en sí ha sido de los mejores que se pueden ver en el circuito femenino. La danesa rentabilizó el gasto físico que lleva acumulado a lo largo del torneo la italiana Francesca Schiavone para sacar adelante el duelo entre ambas y alcanzar la semifinal del Abierto de Australia (3-6, 6-3 y 6-3).
Wozniacki logró, por primera vez en su carrera, situarse entre las cuatro finalistas del primer Grand Slam de la temporada después de una lucha de más de dos horas, que prolongan su empeño por conquistar por fin un 'major', que lustre su condición de dominadora del circuito.
Schiavone fue víctima de su propio esfuerzo y de sus errores. Totalizó 47. Casi el doble que su adversaria, que reaccionó con determinación cuando la transalpina, cargada de motivación después de su épico triunfo de octavos ante la rusa Svetlana Kuznetsova, se apuntó el primer set.
Un choque largo no convenía a la vigente campeona de Roland Garros, que empezó a acumular las cuatro horas y 44 minutos de dura lucha que mantuvo en la cuarta ronda. Al final, las imprecisiones facilitaron la tarea de la danesa, que se alzó con el triunfo y aseguró su supervivencia en el Abierto de Australia.
Wozniacki se enfrentará en semifinales a la china Na Li, novena favorita, que ganó a la alemana Andrea Petkovic por 6-2 y 6-4.