L D (EFE) Si el jueves ante el Fenerbahçe turco, en la Euroliga, el equipo de Sito Alonso ya empezó a notar las ausencias de los lesionados Ricky Rubio y Pops Mensah-Bonsu , esta vez las mismas se han vuelto a acusar y más porque otro de sus piezas claves, el escolta Bracey Wright ha sido una sombra en la pista y el equipo de Alonso se ha visto superado totalmente por los blancos en el cuarto final.
El DKV salió, como es habitual en él con una velocidad más que su rival y las acciones de Demond Mallet -8 puntos con dos triples- destrozaron literalmente la zona madridista (12-3, m.4). Plaza pidió tiempo para reordenar a su equipo y Sito Alonso realizó un triple cambio que desconcertó aún más a los visitantes. El joven pívot holandés Henk Norel, de 21 años, asumió el trabajo duro en el tablero rival y con seis puntos suyos casi consecutivos los badaloneses ampliaron su ventaja (18-8, m.8). En los madridistas, sólo Hervelle y Mumbrú aportaban algo positivo y se llegó al final del primer cuarto con un claro 24-16.
Con Felipe Reyes bien parado bajo el tablero local y con Venson Hamilton perdido en la pista, era evidente que las cosas no pintaban bien para los madridistas, pero Louis Bullock asumió la responsabilidad desde fuera y el marcador se recortó (34-29) aunque los visitantes empeñados en los pases interiores a Reyes perdían muchos balones (19 al descanso). Con 36-31 (m.17), Reyes recibía una técnica y esto hizo reaccionar a los badaloneses. El joven canterano Pere Tomás y el lituano Simas Jasaitis abrían de nuevo la brecha con un parcial de 7-0 que representaría la máxima ventaja local en la primera mitad (43-31, m.18) y que se mantendría hasta el descanso (45-33).
Lo locales salieron de nuevo lanzados después del descanso y Mallet volvió a dirigir las operaciones con un efecto devastador sobre el equipo de Plaza. Un parcial de 8-2 daba la máxima ventaja local del partido (53-35, m.22).
El Real Madrid cambió sus sistemas y optó por jugar y lanzar más cerca del aro badalonés. Bullock asumió la ofensiva, Raúl López el ritmo de juego, Reyes empezó a estar más acertado -sólo 4 puntos en la primera mitad- y Jeremiah Massey demostró la clase que lleva dentro y, con 10 puntos en el tercer cuarto tras estar en blanco hasta entonces, conseguía que su equipo taponase la brecha y volviese a meterse en el partido (59-57, m.29), aunque Mallet dio respiro a los suyos al final del tercer cuarto (61-57).
Bracey Wright no tenía su día (dos puntos de tiros libres), pero Mallet estaba dispuesto a hacer de todo un poco y con cinco puntos consecutivos suyos y dos de Jasaitis daban aíre a los suyos al inicio del último cuarto (68-59, m.33), aunque Bullock y Reyes, los únicos que parecían tener las cosas claras, el despertar de Raúl López -dos triples- y otro de Mumbrú daban decantaban totalmente la contienda a favor del Madrid, tras un parcial de 0-20 (68-79, m.35) y 16 pérdidas de balón verdinegras en la segunda mitad.
El DKV salió, como es habitual en él con una velocidad más que su rival y las acciones de Demond Mallet -8 puntos con dos triples- destrozaron literalmente la zona madridista (12-3, m.4). Plaza pidió tiempo para reordenar a su equipo y Sito Alonso realizó un triple cambio que desconcertó aún más a los visitantes. El joven pívot holandés Henk Norel, de 21 años, asumió el trabajo duro en el tablero rival y con seis puntos suyos casi consecutivos los badaloneses ampliaron su ventaja (18-8, m.8). En los madridistas, sólo Hervelle y Mumbrú aportaban algo positivo y se llegó al final del primer cuarto con un claro 24-16.
Con Felipe Reyes bien parado bajo el tablero local y con Venson Hamilton perdido en la pista, era evidente que las cosas no pintaban bien para los madridistas, pero Louis Bullock asumió la responsabilidad desde fuera y el marcador se recortó (34-29) aunque los visitantes empeñados en los pases interiores a Reyes perdían muchos balones (19 al descanso). Con 36-31 (m.17), Reyes recibía una técnica y esto hizo reaccionar a los badaloneses. El joven canterano Pere Tomás y el lituano Simas Jasaitis abrían de nuevo la brecha con un parcial de 7-0 que representaría la máxima ventaja local en la primera mitad (43-31, m.18) y que se mantendría hasta el descanso (45-33).
Lo locales salieron de nuevo lanzados después del descanso y Mallet volvió a dirigir las operaciones con un efecto devastador sobre el equipo de Plaza. Un parcial de 8-2 daba la máxima ventaja local del partido (53-35, m.22).
El Real Madrid cambió sus sistemas y optó por jugar y lanzar más cerca del aro badalonés. Bullock asumió la ofensiva, Raúl López el ritmo de juego, Reyes empezó a estar más acertado -sólo 4 puntos en la primera mitad- y Jeremiah Massey demostró la clase que lleva dentro y, con 10 puntos en el tercer cuarto tras estar en blanco hasta entonces, conseguía que su equipo taponase la brecha y volviese a meterse en el partido (59-57, m.29), aunque Mallet dio respiro a los suyos al final del tercer cuarto (61-57).
Bracey Wright no tenía su día (dos puntos de tiros libres), pero Mallet estaba dispuesto a hacer de todo un poco y con cinco puntos consecutivos suyos y dos de Jasaitis daban aíre a los suyos al inicio del último cuarto (68-59, m.33), aunque Bullock y Reyes, los únicos que parecían tener las cosas claras, el despertar de Raúl López -dos triples- y otro de Mumbrú daban decantaban totalmente la contienda a favor del Madrid, tras un parcial de 0-20 (68-79, m.35) y 16 pérdidas de balón verdinegras en la segunda mitad.