L D (EFE) El equipo azulgrana, ya matemáticamente en los cuartos de final, se dio un festín ante el Real Madrid, al que anuló de punta a punta. Minimizado en el Palau, el equipo de Joan Plaza siempre remó con el viento en contra. Nunca gobernó el marcador y tampoco encontró argumentos para contrarrestar la fluidez del Barça. Estuvo disperso en defensa y especialmente errático en el lanzamiento, con un paupérrimo 11 de 35 (31 por ciento) en tiros de dos puntos.
Enfrente, el conjunto azulgrana afinó especialmente su sistema defensivo para desquiciar a su rival. El resto lo puso el extraordinario rendimiento de un pívot polifacético y de muñeca fina, David Andersen, y su acierto desde el perímetro.
Desde el salto inicial, el Barcelona explotó todas sus virtudes y la amplitud de su banquillo. Convirtió sus tres primeros triples. Con Sada, Navarro y Andersen como anotadores, el equipo de Xavi Pascual dio el primer golpe, un parcial de 9-2 ante un Madrid impasible.
Con dos triples consecutivos de Sergio Llull, el equipo blanco se metió en el partido (18-16, min. 8). Pero una falta antideportiva a Mumbrú alejó al Barcelona a más de diez puntos (28-17). El Madrid, apagado y falto de fe, ya no remontaría esa desventaja.
Con diez puntos de margen al descanso (48-38), al Barcelona le sirvió mantener el 'tempo' del partido para embolsarse una victoria con cierto aroma de revancha, después de caer con estrépito en el partido de ida, en Vistalegre (85-83).
Capaz de seleccionar mejor el tiro y de desplegar un juego más fluido, el Barcelona gobernó el resultado con comodidad para anotarse su duodécima victoria consecutiva en el Palau en competición europea.
El tercer cuarto abrió un partido más vertiginoso, de ataques rápidos y mucha carrera. El Madrid, sostenido por Mumbrú y Bullock, pareció sentirse cómodo, pero el Barcelona multiplicó sus prestaciones y aumentó las diferencias (62-47, min. 25).
Una técnica señalada por los árbitros a Felipe Reyes acabó por descentrar al Madrid. El pívot del equipo blanco firmó un partido para olvidar, más pendiente de la guerra de guerrillas y de la protesta arbitral que del juego. En la pintura, su equipo quedó huérfano, a merced del potencial de Andersen y Vázquez.
Con 74-58 al final del tercer cuarto, el último periodo sólo sirvió de fin de fiesta para el Barça y su público. Tres triples de Marko Tomas maquillaron el resultado final, once puntos de desventaja que retrataron las carencias del Madrid en la cancha y que premiaron la concentración del Barça.
A falta de un partido para el cierre del Top 16, el equipo azulgrana manda en el grupo y tiene al alcance de la mano afrontar los cuartos de final con la ventaja del factor pista.
El Barça tumba al Madrid y se mete en cuartos de la Euroliga
Arropado por el calor de su público, el Regal Barcelona ha tumbado al Real Madrid en el Palau Blaugrana (90-79) y consigue el liderato provisional del grupo F de la Euroliga, plaza que deberá confirmar la próxima semana en Tel Aviv ante el Maccabi.
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