L D (EFE) Resignado a su suerte, nuevamente eliminado en su décima final a cuatro de la Euroliga, el Barcelona busca alguna motivación para jugar por el tercer puesto. La historia, tan cruel con el equipo azulgrana, le ofrece un argumento para salir de Berlín con una victoria: nunca ha sido tercero el Barça. Desde que se instauró el formato de la final a cuatro sólo ha sido campeón (2003), subcampeón (1990, 1991, 1996 y 1997) o cuarto (1989, 1994, 2000 y 2006), pero nunca tercero.
El técnico del equipo, Xavi Pascual, ha concedido la mañana libre a sus jugadores en un intento de que el equipo se refresque mentalmente después del varapalo ante el CSKA. Nunca es fácil disputar un partido por el tercer puesto, con escaso premio en juego, y menos después de haber rozado la final. Así, Pascual rotará más su banquillo. Podría dar minutos a jugadores inéditos, como André Barrett o Jordi Trias (a quien dedicó la clasificación para Berlín por su esfuerzo diario pese a su escasa participación).
Para el conjunto azulgrana, la final de consolación servirá ya de preparación para las eliminatorias de la ACB, el único título disponible, en el que deberá apurar al máximo sus opciones para no sumar su segundo año en blanco. Por ello, también deberá afinar la mejor versión de algunos de sus jugadores determinantes: David Andersen ya brilló en la semifinal ante el CSKA, pero el equipo echó en falta una mayor aportación de Juan Carlos Navarro, Ilyasova, Basile o Fran Vázquez, obligados a mejorar sus números para no irse de Berlín con una decepcionante hoja de servicios.
El Barcelona se medirá al Olympiacos de Pannagiotis Giannakis, que estuvo a punto de forzar la prórroga ante el Panathinaikos en la segunda semifinal y que se clasificó para la final a cuatro de Berlín tras apear al Real Madrid en la serie de cuartos. El conjunto griego, siempre dirigido por Papaloukas, cuenta también con la movilidad de Greer y Childress y la aportación de Nikola Vujcic en la pintura como mejores argumentos.
La estadística iguala a ambos equipos en la final de consolación. Ambos promedian 81 puntos a lo largo de toda la competición y mantienen el mismo porcentaje de acierto exterior, un 38 por ciento. Olympiacos es el mejor equipo del torneo en tiros de campo (58%), aunque el Barcelona le supera ligeramente en capacidad reboteadora.
El técnico del equipo, Xavi Pascual, ha concedido la mañana libre a sus jugadores en un intento de que el equipo se refresque mentalmente después del varapalo ante el CSKA. Nunca es fácil disputar un partido por el tercer puesto, con escaso premio en juego, y menos después de haber rozado la final. Así, Pascual rotará más su banquillo. Podría dar minutos a jugadores inéditos, como André Barrett o Jordi Trias (a quien dedicó la clasificación para Berlín por su esfuerzo diario pese a su escasa participación).
Para el conjunto azulgrana, la final de consolación servirá ya de preparación para las eliminatorias de la ACB, el único título disponible, en el que deberá apurar al máximo sus opciones para no sumar su segundo año en blanco. Por ello, también deberá afinar la mejor versión de algunos de sus jugadores determinantes: David Andersen ya brilló en la semifinal ante el CSKA, pero el equipo echó en falta una mayor aportación de Juan Carlos Navarro, Ilyasova, Basile o Fran Vázquez, obligados a mejorar sus números para no irse de Berlín con una decepcionante hoja de servicios.
El Barcelona se medirá al Olympiacos de Pannagiotis Giannakis, que estuvo a punto de forzar la prórroga ante el Panathinaikos en la segunda semifinal y que se clasificó para la final a cuatro de Berlín tras apear al Real Madrid en la serie de cuartos. El conjunto griego, siempre dirigido por Papaloukas, cuenta también con la movilidad de Greer y Childress y la aportación de Nikola Vujcic en la pintura como mejores argumentos.
La estadística iguala a ambos equipos en la final de consolación. Ambos promedian 81 puntos a lo largo de toda la competición y mantienen el mismo porcentaje de acierto exterior, un 38 por ciento. Olympiacos es el mejor equipo del torneo en tiros de campo (58%), aunque el Barcelona le supera ligeramente en capacidad reboteadora.