(Libertad Digital) Doce años de sinsabores, de decepciones, de "otra vez será"... hasta que ha llegado de nuevo la posibilidad de retornar a la elite europea. El Atlético, aunque parezca increíble, vuelve a la Liga de Campeones. Y el crucial momento se dejó sentir en un Vicente Calderón abarrotado y esperanzado en el éxito. Ansioso de satisfacciones, de recuperar la grandeza. También lo transmitieron los jugadores, que salieron al césped revolucionados.
A pesar de los avisos y de los consejos de mantener la calma por encima de todo, no atisbó el Atlético en los primeros minutos las dosis necesarias. No pintaba bien la situación para los locales, que andaban sobrados de ganas pero faltos de cabeza para manejar un envite largo y abocado al sufrimiento. El Schalke, por contra, estaba a lo suyo. Tenía la pelota y lo movía con parsimonia en la parcela ancha. De una banda a otra, poniendo el corazón de la grada en un puño con balones aéreos.
A pesar de los avisos y de los consejos de mantener la calma por encima de todo, no atisbó el Atlético en los primeros minutos las dosis necesarias. No pintaba bien la situación para los locales, que andaban sobrados de ganas pero faltos de cabeza para manejar un envite largo y abocado al sufrimiento. El Schalke, por contra, estaba a lo suyo. Tenía la pelota y lo movía con parsimonia en la parcela ancha. De una banda a otra, poniendo el corazón de la grada en un puño con balones aéreos.
El conjunto rojiblanco tiraba de raza y a base de ella fabricó el primer tanto después de que Maxi avisase con un tiro lejano al poco de comenzar el duelo, y de que el propio argentino estuviese a punto de anotar tras un pase de la muerte del checo Ujfalusi. Al rato, llegó el gol del 'Kun' Agüero, que provocó el delirio del Calderón. Perea, que en la jugada precedente había asistido a Forlán para que éste estuviese al borde de la diana -su disparo fue despejado en la línea de gol por un defensor alemán-, volvió a servir otro centro, esta vez a Agüero, que de cabeza puso el 1-0. Era el minuto 18 y el Calderón se volvió loco gracias a su mejor valor: el argentino Agüero, que regresó el domingo de Pekín después de ganar la medalla de oro con su selección y no escatimó esfuerzos en busca del objetivo.
Tras el gol, el instinto atlético se tornó conservador y el Schalke se encontró cómodo con más posesión de balón. Fue cuando se pudo comprobar que los alemanes son muy vulnerables, perfectamente batibles, y que el sueño de estar en la 'Champions' se iba volviendo en realidad. Vivió el Schalke de su delantero Kevin Kuranyi, muy solo en ataque, y adoleció de agresividad y del suficiente talento en el centro del campo para crear más peligro que el de las jugadas a balón parado. En esas, Simao pudo hacer el segundo en un perfecto contragolpe rojiblanco. El portugués disparó desde la banda izquierda suave y cruzado, pero el balón tropezó en el poste.
Salió el Atlético en el segundo acto a por el encuentro, y en el minuto 50 Forlán tradujo las ganas en gol. De nuevo el 'Kun', el mejor del partido, fue protagonista. El argentino robó un balón al borde del área de los alemanes y lo cedió al uruguayo, que completó la obra al irse de dos defensores y marcar de disparo cruzado. 2-0 y 40 minutos por delante. El Atlético estaba en Liga de Campeones. El sueño estaba más cerca, pero quedaba mucha tarea y mucha tensión. Los nervios estaban a flor de piel, porque al Schalke no le quedaba otra que buscar un tanto salvador y cerca estuvo de lograrlo. Un tanto del rival estropeaba todo el trabajo y la fiesta local, y los últimos minutos fueron eternos para la grada.
Westermann pudo echar el jarro de agua helada en el minuto 70, pero estrelló el balón en el cuerpo de Leo Franco. Un suspiro de alivio atravesó un Calderón herido de pánico. Quedaban veinte minutos por delante y el Atlético sólo pensaba en resguardar su meta, en dejar pasar los minutos. Jugaban los rojiblancos con fuego y con el corazón de la afición, que premió a Maniche, indultado por Aguirre para el compromiso, con una sonora ovación cuando fue sustituido por Paulo Assunçao. El portugués se la ganó tras un buen partido.
Rafinha, que también estuvo en los Juegos con la selección brasileña, dio aire fresco al Schalke en los minutos finales e hizo sufrir a la retaguardia del Atlético. Cada minuto era una vida, ya con los locales cegados por conservar el marcador, sin posesión y abocados a la tensión. Pero apareció de nuevo el 'Kun' en el mejor de los momentos para exhibir el genio que lleva dentro. Jugada, pase a Luis García y 3-0. Misión cumplida. El Atlético tocaba el cielo. Pero quedaba más. Maxi hizo el cuarto de penalti e inundó de alegría el recinto. Se abre para el Atlético un futuro esperanzador.
Ficha técnica del partido
Atlético de Madrid, 4: Leo Franco; Perea, Ujfalusi, Heitinga, Pernía; Raúl García; Maxi, Maniche (Assunçao, m.73), Simao; Forlán (Luis García, m.71) y Agüero (Sinama Pongolle, m.86)
Schalke 04, 0: Schober; Westermann, Howedes, Bordon, Pander; Ernst; Jones (Asamoah, m.77), Kobiashvili (Rafinha, m.64), Rakitic, Altintop; y Kuranyi
Goles: 1-0, m.18: Agüero; 2-0, m.50: Forlán; 3-0, m.82: Luis García; 4-0, m.86: Maxi, de penalti
Árbitro: Franck de Bleeckere (Bélgica). Expulsó a Ernst con roja directa (m.85). Además, mostró tarjeta amarilla a Ernst (m.31), Jones (m.44), Altintop (m.55) y Rafinha (m.87), del Schalke; y a Forlán (m.51), Pernía (m.52) y Maxi (m.64), del Atlético de Madrid
Tras el gol, el instinto atlético se tornó conservador y el Schalke se encontró cómodo con más posesión de balón. Fue cuando se pudo comprobar que los alemanes son muy vulnerables, perfectamente batibles, y que el sueño de estar en la 'Champions' se iba volviendo en realidad. Vivió el Schalke de su delantero Kevin Kuranyi, muy solo en ataque, y adoleció de agresividad y del suficiente talento en el centro del campo para crear más peligro que el de las jugadas a balón parado. En esas, Simao pudo hacer el segundo en un perfecto contragolpe rojiblanco. El portugués disparó desde la banda izquierda suave y cruzado, pero el balón tropezó en el poste.
Salió el Atlético en el segundo acto a por el encuentro, y en el minuto 50 Forlán tradujo las ganas en gol. De nuevo el 'Kun', el mejor del partido, fue protagonista. El argentino robó un balón al borde del área de los alemanes y lo cedió al uruguayo, que completó la obra al irse de dos defensores y marcar de disparo cruzado. 2-0 y 40 minutos por delante. El Atlético estaba en Liga de Campeones. El sueño estaba más cerca, pero quedaba mucha tarea y mucha tensión. Los nervios estaban a flor de piel, porque al Schalke no le quedaba otra que buscar un tanto salvador y cerca estuvo de lograrlo. Un tanto del rival estropeaba todo el trabajo y la fiesta local, y los últimos minutos fueron eternos para la grada.
Westermann pudo echar el jarro de agua helada en el minuto 70, pero estrelló el balón en el cuerpo de Leo Franco. Un suspiro de alivio atravesó un Calderón herido de pánico. Quedaban veinte minutos por delante y el Atlético sólo pensaba en resguardar su meta, en dejar pasar los minutos. Jugaban los rojiblancos con fuego y con el corazón de la afición, que premió a Maniche, indultado por Aguirre para el compromiso, con una sonora ovación cuando fue sustituido por Paulo Assunçao. El portugués se la ganó tras un buen partido.
Rafinha, que también estuvo en los Juegos con la selección brasileña, dio aire fresco al Schalke en los minutos finales e hizo sufrir a la retaguardia del Atlético. Cada minuto era una vida, ya con los locales cegados por conservar el marcador, sin posesión y abocados a la tensión. Pero apareció de nuevo el 'Kun' en el mejor de los momentos para exhibir el genio que lleva dentro. Jugada, pase a Luis García y 3-0. Misión cumplida. El Atlético tocaba el cielo. Pero quedaba más. Maxi hizo el cuarto de penalti e inundó de alegría el recinto. Se abre para el Atlético un futuro esperanzador.
Ficha técnica del partido
Atlético de Madrid, 4: Leo Franco; Perea, Ujfalusi, Heitinga, Pernía; Raúl García; Maxi, Maniche (Assunçao, m.73), Simao; Forlán (Luis García, m.71) y Agüero (Sinama Pongolle, m.86)
Schalke 04, 0: Schober; Westermann, Howedes, Bordon, Pander; Ernst; Jones (Asamoah, m.77), Kobiashvili (Rafinha, m.64), Rakitic, Altintop; y Kuranyi
Goles: 1-0, m.18: Agüero; 2-0, m.50: Forlán; 3-0, m.82: Luis García; 4-0, m.86: Maxi, de penalti
Árbitro: Franck de Bleeckere (Bélgica). Expulsó a Ernst con roja directa (m.85). Además, mostró tarjeta amarilla a Ernst (m.31), Jones (m.44), Altintop (m.55) y Rafinha (m.87), del Schalke; y a Forlán (m.51), Pernía (m.52) y Maxi (m.64), del Atlético de Madrid
Incidencias: Partido de vuelta de la tercera ronda previa de la Liga de Campeones disputado en el estadio Vicente Calderón de Madrid, que registró un lleno absoluto con 55.000 espectadores. En el palco estuvieron Vicente del Bosque, seleccionador español; Fernando Hierro, director deportivo de la Federación Española de Fútbol (RFEF); Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte; Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español; y el ex futbolista Diego Armando Maradona. Se guardó un emotivo minuto de silencio en memoria de las 154 víctimas mortales del accidente aéreo de Barajas y de los abonados del Atlético fallecidos la última temporada. Antes del encuentro, Sergio Agüero fue homenajeado por la medalla de oro conseguida con su selección en los Juegos de Pekín