Djordjevic: "El gesto del Palau fue una venganza de campeón"

Si hablamos de pasión, fuerza y corazón sobre la pista, hablamos de Aleksandar Djordevic. El de Belgrado ha recordado en el programa de esRadio Tirando a Fallar su paso por España. Hablando de sus inicios en el Barcelona, Djordjevic ha reconocido que “llegué a un club con una jerarquía fuerte y con un entrenador que tenía su teoría, que me sirvió para aprender una filosofía: menos es más, ya que al no jugar 40 minutos, debía aprovechar mi talento en los momentos oportunos”.

Uno de los momentos más recordados fue el de los brazos en alto al ganar la Liga ACB 2000 en el Palau con el Real Madrid. Djordevic ha comentado que ese gesto simbolizaba “toda la rabia contenida al ver que Aíto no me quiso renovar y que quería decirles 'todavía me echáis de menos'”. Sobre Nacho Rodríguez y el empujón que recibió, no ha dudado en decir que "tuvo mucho morro, fue un oportunista porque quizá él no sabía que yo hice lo mismo en Madrid cuando con el Barça ganamos la liga en el quinto partido" y ha sentenciado: "Puse los 'huevos' en la cancha para decir 'todavía sigo aquí".
 
Los aficionados del Joventut no guardan buen recuerdo de él debido al triple en la Final Four de Estambul '92, que ganó con el Partizan de Belgrado. 'Sasha' reconoce que fue ese momento en el que “Partizan entró por la puerta grande del baloncesto europeo". "Fue un momento inolvidable, porque hacerlo con la camiseta del Partizan fue algo precioso”. Otro de los momentos míticos del base
serbio fue la final del Eurobasket de 1995. Djordevic ha comentado que “después de 5 años de embargo, y de quedarnos sin los JJOO de Barcelona '92, el jugar ese Eurobasket y el dar la medalla a Yugoslavia fue un placer enorme”.
 
Djordjevic también ha comentado varios aspectos de la rivalidad existente entre Partizan y Estrella Roja de Belgrado. Pese a que su padre fue entrenador del conjunto rojiblanco, el reconoció que se hizo un 'grobari' “en un partido en el que Simonovic anotó 62 puntos, donde estaba con la bandera de Partizan”. No obstante, ha reconocido que en su vuelta a la Sala Pionir con los 'delije' como locales y luciendo los colores del Real Madrid, “todo el mundo se puso en pie y me dio un aplauso. Fue uno de los momentos
más bonitos de mi vida”.