Contador dice que su victoria en Verbier le otorga el liderato indiscutible del equipo Astana en el Tour y señala que logró el maillot amarillo con más renta de la que pensaba. "Con la diferencia que tuve ayer se descansa más a gusto, era un día clave. Había pensado en las diferencias que se podían abrir, fueron grandes, mayores de lo que imaginé y por eso dormí más tranquilo", comenta.
El madrileño indica que las rentas que obtuvo en Verbier le permitirán "ir más tranquilo y no tan al ataque como hasta ahora", pero señala que "con una renta mayor dormiría más tranquilo". "Si podemos aprovechar una ocasión para distanciar más a los rivales la aprovecharemos", asegura.
Aunque designa al luxemburgués Andy Schleck como el más fuerte de sus rivales, señala que la suma de todos ellos puede ponerle en problemas si logran combinar sus ataques. "Igual uno que tenga más libertad te crea más problemas", agrega. Avisa en particular sobre el británico Bradley Wiggins, un especialista en la contrarreloj que se defendió bien en la montaña y que es tercero a 1:46 del líder. "Habrá que intentar distanciarle más de cara a la contrarreloj" de Annecy, señaló.
Contador dice que todas las etapas que restan son duras, pero indica que la que termina en el Grand-Bornand el próximo miércoles es la más peligrosa. El madrileño reconoce que puede tener un día malo como el que pasó en la París-Niza. "Si sucede en el Tour todos van a aprovechar para atacarme. Corre de mi cuenta tratar de hacerlo todo bien, no descuidar nada para que el día malo que todos los rivales esperan no lo tenga", dijo.
El de Pinto asegura que cuenta con el apoyo de Lance Armstrong, considerado hasta ahora su principal rival en la carrera, y señala que cree en la profesionalidad del resto de los componentes del Astana, un equipo tocado por la rivalidad interna entre los dos ciclistas durante este Tour. "Después de la situación que hubo ayer, del resultado de la etapa, se aclara todo bastante más y la polémica es mucho menor", dice el ciclista, quien señaló que esa relajación se va a notar en el ambiente interno del equipo y en la carrera.
Alberto Contador reconoce que venía preparado para una rivalidad interna con Armstrong y eso facilitó mucho afrontar la situación. "Sabía que iba a ser un Tour difícil en la carretera y fuera de ella. Lo tenía claro desde antes de llegar aquí y eso hace todo mucho más fácil, me esperaba tanta tensión y tanta presión psicológica", asegura.
El madrileño reconoce no tener un sentimiento particular por el hecho de ser el primero en derrotar a Armstrong, ganador de siete rondas galas, y asegura que, aunque el tejano fue uno de sus ídolos de niñez, no se mira en su espejo. "No me imaginaba correr contra él, cuando se retiró no esperaba que volviera. Ahora, Armstrong es como es y yo soy diferente. Mi objetivo en los próximos años será ganar el Tour tantas veces como pueda, pero no me he fijado una meta, no sé si ganaré tantos como él", dice.
El de Pinto se ve a frente de una nueva generación de ciclistas que llega, los que ocuparon los primeros puestos de la etapa de Verbier. "Ahora soy el líder, estoy un poco por delante de ellos, pero van a ser los rivales, empezando por este mismo Tour y de cara al futuro". Contador asegura que mañana saltará a la carretera con la misma mentalidad de los días precedentes. "Quizá otros me vean de otra forma", sugiere.
Contador: "Tengo más renta de la que pensaba"
Un día después de su exhibición en la cima de Verbier, Alberto Contador asegura que tiene "más renta de la que pensaba". El líder del Tour de Francia, que aventaja en 1:37 a su compañero Lance Armstrong, podrá ir "más tranquilo y no tan al ataque como hasta ahora".
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