Berlín está un poco más cerca. El Barcelona ha dado el primer paso para disputar la final de la Champions, el próximo 6 de junio, tras superar al Bayern de Múnich en la ida (3-0). El equipo de Luis Enrique fue mejor, tuvo más ocasiones e hizo más méritos para llevarse la victoria. Leo Messi fue el gran protagonista de la noche: marcó dos goles -el segundo de ellos una obra de arte, tras romper la cintura a Boateng y superar a Manuel Neuer con una vaselina- y dio una asistencia a Neymar, que se encargó de rubricar la goleada en el descuento.
Fue el del Camp Nou un partido de muchas emociones, como la vuelta de Pep Guardiola a la que ha sido su casa durante muchos años, viviendo un duelo de banquillos con su amigo Luis Enrique. También la de Thiago Alcántara, otro exazulgrana, para medirse a su hermano Rafinha, o el regreso a la Ciudad Condal de un exmadridista, no precisamente querido por esos lares, como Xabi Alonso.
Fue sobre todo un duelo de titanes, un primer asalto de semifinales entre dos colosos del fútbol mundial que suman nueve Copas de Europa entre ambos -cinco el Bayern y cuatro el Barça-. Luis Enrique afrontaba el envite con todo, con lo que pudo poner en liza su once de gala, con la llamada MSN (Messi, Suárez y Neymar) por delante de Busquets, Rakitic e Iniesta, mientras que Guardiola tenía bajas considerables como las de Robben, Ribéry, Badstuber y Alaba. "No hay táctica ni estrategia posible para detener a Messi", dijo el técnico de Sampedor en la previa. Dicho y hecho.
Guardiola cambió el dibujo
Su Bayern, que ganó la batalla de la posesión ante los azulgranas (53% al final del partido), tuvo buenas ocasiones en la primera parte, pero se diluyó a la vuelta de vestuarios y ahí apareció Messi, ese depredador de instinto asesino, para matar el partido en un santiamén y posiblemente hasta la eliminatoria. Leo es el factor desequilibrante, desde luego, y se encargó de desarmar a un rival que, pese a que prácticamente no tiró a puerta, sí presentó un buen planteamiento. Lamentablemente para él, Guardiola no fue capaz de detener al monstruo que él mismo había creado.
Salió el Bayern con un dibujo táctico casi inédito, un 3-5-2 con tres centrales (Benatia, Boateng y Rafinha), aunque Guardiola cambió pronto de porque el Barça pudo marcar un par de goles en los primeros 15 minutos. La primera fue para Luis Suárez, que se estrelló contra Manuel Neuer en el mano a mano. El cancerbero germano se agigantó y al uruguayo, que salió con muchas ganas, se le hizo pequeña la portería. Es lo que tiene jugar con un porterazo, finalista en la pasada edición del Balón de Oro que ganó Cristiano Ronaldo.
Neymar tuvo la segunda poco después, pero Rafinha, casi sin querer, evitó el gol al anticiparse en el área pequeña. Respondió el Bayern con una buena internada de Müller por la banda derecha. Centró el 25 del Bayern, pero el enmascarado Lewandowski no llegó a rematar por poco. El polaco fue un auténtico dolor de muelas para la defensa barcelonista, luchando todos los balones y poniendo en jaque especialmente a Piqué y Mascherano.
Con el 4-4-2, el Bayern pasó a controlar algo más el balón. Con Xabi Alonso al mando de la nave -muy buen partido del guipuzcoano-, los bávaros habían conseguido desactivar a Busquets en el medio campo, pero era el Barça el que generaba más peligro. De nuevo Neuer estuvo espléndido en otro mano a mano, esta vez ante Dani Alves (m.38). Gran partido del lateral brasileño, tanto en defensa como en ataque. Quien también estuvo a gran nivel fue Ivan Rakitic, que fue quien oxigenó al equipo.
Messi, cómo no
Salió mejor el Bayern a la vuelta de vestuarios. El campeón de la Bundesliga se había adueñado del balón y durante varios minutos la defensa azulgrana sufrieron con la incordiante presencia de Lewandowski. Eso sí, tampoco lograba rematar a puerta. Fue entonces cuando el líder de la Liga española decidió coger el toro por los cuernos y, con una presión alta, le fue comiendo terreno y minando la moral a los bávaros.
Seguía el empate sin goles, hasta que Messi, cómo no, se encargó de dinamitar el partido con su doblete en apenas tres minutos. En el minuto 76, el argentino sorprendió a Neuer con un remate raso que se coló junto al palo y, apenas unos segundos después, protagonizó la gran jugada de la noche: se fue de Boateng y le rompió la cintura para acabar batiendo al meta titular de la selección alemana con una sutil vaselina. Un golazo que desató la locura en el Camp Nou.
Cuando parecía que el partido iba a acabar en 2-0, Neymar se encargó de poner la sentencia, el definitivo 3-0, en el tiempo de descuento. El brasileño se quedó completamente solo ante Neuer en el mano y mano tras una asistencia de Messi, y no perdonó, batiendo al cancerbero teutón por debajo de las piernas.
La imagen de Pep Guardiola al final del partido, enfilando el banquillo con las orejas gachas, resume cómo fue el desarrollo de los 90 minutos, pero también queda ahora la eliminatoria: el Barça acaricia el billete a Berlín y espera rematar la faena el próximo martes en el Allianz Arena, donde el Madrid ya ganó la pasada temporada -también en semifinales-, para estar el 6 de junio en la capital alemana.
El Camp Nou celebró la victoria por todo lo alto, viendo que la quinta Orejona es posible, siempre que no haya debacle en Múnich. El Barça ya tomó buena nota de lo que le ocurrió al Oporto en la vuelta de cuartos de final (6-1), aunque, huelga decirlo, el equipo de Luis Enrique no es el de Julen Lopetegui.
Ficha técnica
FC Barcelona, 3: Ter Stegen; Dani Alves, Piqué, Mascherano (Bartra, m.88), Alba; Busquets, Iniesta (Rafinha, m.87), Rakitic (Xavi, min.82); Messi, Suárez y Neymar
Bayern de Múnich, 0: Neuer; Benatia, Boateng, Rafinha; Thiago, Lahm, Xabi Alonso, Bernat, Schwensteiger; Lewandowski y Müller (Götze, min.79)
Goles: 1-0, m.77: Messi; 2-0, m.79: Messi; 3-0, m.94: Neymar
Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia). Mostró tarjeta amarilla a Xabi Alonso (m.35), Benatia (m.52) y Bernat (m.56), del Bayern; y a Dani Alves (m.46), Piqué (m.66) y Neymar (m.69), del Barcelona
Incidencias: Partido de ida de semifinales de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou ante 95.369 espectadores. Lleno. En el palco, entre otros, se encontraban el presidente de la Generalidad de Cataluña, Artur Mas; el alcalde de Barcelona, Xavier Trias; el director ejecutivo del Bayern de Múnich, Karl-Heinz Rummenigge; así como los seleccionadores nacionales de España -Vicente del Bosque- y Alemania - Joachim Löw-