Tal y como ha revelado su padre, Francesc Fàbregas, en RAC 105, su hijo, Cesc, estaba totalmente hundido después del encuentro del pasado martes en el que el Barcelona se impuso al Arsenal por 3-1, y en el que el conjunto inglés quedó eliminado de la Liga de Campeones.
"Hablé con él después del partido y la verdad es que tenía ganas de pegarse un tiro porque era un partido al que él tenía muchas ganas. Era un partido especial y para él un poco más por ser contra el Barça, que es el equipo donde se había formado. Y ver que desde el minuto diez ya le tiraba la pierna y no podía hacer el fútbol al que está acostumbrado, yo que le conozco me parece que para el pobre niño fue uno de los peores días de su vida".
Sobre la sonora pitada que recibió del Camp Nou el internacional de Arenys de Mar cuando fue sustituido, Francesc ha asegurado que "fue una situación rara, parecía que todo el Camp Nou iba contra nosotros. Era muy contradictoria, pero cada uno puede expresar lo que quiera".