L D (EFE) La mediocridad rampante que se da en la mitad de los equipos que hay en la NBA quedó de manifiesto cuando Los Ángeles Lakers con el escolta Kobe Bryant y Pau Gasol, en su línea de dúo ganador se entrenaron ante los Golden State Warriors a los que ganaron fácil por 130-113.
Los Warriors, que todavía están dando las gracias a los Celtics por el triunfo que le regalaron el pasado viernes, llegaron al Staples Center para confirmar que carecen de un esquema defensivo mínimo válida y lo único que saben hacer es anotar puntos. Pero cuando enfrente tienen a un rival que lo hace todavía mejor con Bryant a la cabeza, entonces, el espectáculo que se da es monótono y un ir y venir de una canasta a otra para anotar como si se tratase de un partido de colegio de secundaria.
Ante este panorama, Bryant hizo su trabajo al anotar 31 puntos (9-15) para liderar una lista de seis jugadores de los Lakers que anotaron en doble dígitos y dejaron al equipo con el 51,6 por ciento de acierto en los tiros de campo y el 45,5 (10-22) de triples.
Los Lakers tienen marca de 16-0 cuando Bryant ha hecho 20 o menos intentos de tiros a canasta, mientras que sólo han conseguido 9-5 en los que ha hecho por encima de la veintena. El base Derke Fisher, sin nadie que le marcase, se destapó con 19 puntos y cinco asistencias, mientras que el escolta reserva, el esloveno Sasha Vujacic llegó a los 17 después de anotar 4 de 7 triples y también repartió seis pases de anotación.
Gasol en su línea de jugador más completo del equipo, aunque no tuvo su mejor inspiración encestadora, hizo su trabajo como Bryant al conseguir 13 puntos con nueve rebotes y siete asistencias, el mejor del equipo en ese apartado. El internacional español jugó 30 minutos para anotar 4 de 10 tiros de campo y estuvo perfecto 5-5 desde la línea de personal, recuperó un balón y lo perdió tres veces para cometer cinco faltas personales.
El pívot Andrew Bynum aportó un doble-doble de 13 puntos y 10 rebotes para dejar a los Lakers (25-5) con el cuarto triunfo consecutivo y el primero desde que vencieron el pasado día de Navidad a los Celtics para romperles una racha de 19 victorias consecutivas.
Los Lakers tuvieron su anotación más alta para un partido esta temporada y establecieron la mejor marca con los 10 triples que encestaron. El escolta Jamal Crawford volvió a la alineación titular de los Warriors después de perderse dos partidos con dolor en la ingle y anotó 22 puntos, pero insuficientes para evitar la derrota, la octava en los últimos 10 partidos disputados.
El base Marco Belinelli, que salió de titular, y el alero Brandan Wright aportaron 14 puntos cada uno, mientras que el pívot letón Andris Biedrins volvió a ser el líder bajo los aros con 17 rebotes y ocho anotaciones. Se han dado siete partidos en lo que va de temporada en los que un equipo ha anotado 130 puntos o más y los Warriors han sido los que lo han permitido en cuatro de ellos para confirmar la pobre defensa que hacen bajo la dirección del entrenador Don Nelson.