Además de los aspectos deportivos –hemos tenido emoción en los últimos mundiales–, de un tiempo a esta parte la Fórmula Uno se ha caracterizado por los escándalos, las sanciones de los comisarios, declaraciones incendiarias y hasta por vídeos que involucran a los altos mandos de la categoría.
Sobre este último caso, en el que se reveló un video con las actividades sexuales de Max Mosley, se habló mucho en su momento y como no podía ser de otra manera, las especulaciones inundaron los diarios mundiales y sobre todo británicos. Muchos de ellos apuntaban a la idea de Mosley de que detrás de eso estaba Ron Dennis –que lo negó en su momento–, como venganza por la multimillonaria multa que recibió McLaren por el caso de espionaje con Ferrari. Pocos meses después, el hasta entonces jefe de la escudería británica, anunció su adiós de la Fórmula Uno, una decisión que para muchos fue una victoria moral para Mosley.
Este "caso Piquet" también ha hecho mucho daño a la Fórmula Uno y el protagonismo principal ha sido, además de Piquet Jr. y Pat Symonds, Flavio Briatore. Su responsabilidad fue casi admitida por Renault cuando le apartó la semana pasada junto al ingeniero jefe, y las consecuencias han sido muy duras. El italiano ha sido el peor parado de la reunión del Consejo Mundial de este lunes con una inhabilitación de por vida y ya ha anunciado que está estudiando acciones legales contra la FIA. Aún no se sabe con certeza si podrá seguir representando a pilotos como Fernando Alonso, Mark Webber, Heikki Kovalainen y Romain Grosjean.
Uno de los primeros en salir en defensa de Briatore ha sido Carlos Gracia, presidente de la Real Federación Española de Automovilismo. Apunta que la FIA ha usado al italiano como "cabeza de turco" y cree que "todos los medios de comunicación y la prensa nacional e internacional sabían que era el objetivo".
El español no anda muy desencaminado ya que Briatore fue uno de los que más criticó a Mosley cuando se destapó el "affaire Mosley" aunque lo hizo de manera discreta. Algunos medios señalaron entonces que el presidente de la FIA tomó nota de las declaraciones del ahora ex jefe de Renault para "golpearle" en el momento adecuado. No hay que olvidar además que el padre de Piquet denunció el engaño de Renault en noviembre del año pasado y que sólo ahora, muy poco antes del adiós de Mosley al frente de la FIA, se decidió investigar.
Hay algo más que Mosley no le habría perdonado a Briatore: su participación en la revuelta de la FOTA, que en su momento amenazó a la FIA de crear un campeonato paralelo. El italiano criticó a la FIA y dijo que las reglas deberían hacerlas los equipos. Aparentemente, Mosley vio a Briatore como uno de los cabecillas de la FOTA.
Ahora, con el adiós de Briatore, sumado a la salida de Ron Dennis, parece ser que Max Mosley podrá irse de la FIA habiendo saldado sus cuentas pendientes contra dos de los más críticos con su gestión.