Al inicio del Eurobasket, ni mucho menos entraba en todas las apuestas ver a Alemania en los cuartos de final del torneo. Seguramente, tras saber que su rival en octavos era Francia, el porcentaje todavía disminuyó. Y sin embargo, ahí está el equipo de Chris Fleming, erigido en el escollo de España para acceder a semifinales. Todavía inmerso en plena transición de la etapa post Dirk Nowitzki, y en buena medida buscando su identidad como potencia en el mundo del baloncesto, como explicó hace unos días Aíto García Reneses en LD, los teutones sin embargo han conseguido ser un equipo mucho más competitivo de lo que su teórico potencial, hombre por hombre, podría hacer pensar.
En todo caso, el alemán dista todavía de ser un grupo con la solvencia necesaria como para calificarle de favorito ante un equipo como el de Scariolo. Su camino en el torneo alterna victorias de prestigio (ante Italia o Georgia, además de Francia), con algún resbalón considerable (Israel), e incluso algún duelo en el que apenas fueron competitivos, como en el cierre de la primera fase, frente a Lituania (72-89). Un recorrido irregular, capaz de cuajar minutos de alto nivel de acierto, como la segunda parte ante Francia, o de verse superado por la que ha demostrado ser una de las grandes decepciones del campeonato, una Israel que ni jugando en Tel Aviv fue capaz de pasar de fase.
Esta Alemania tiene a su alfa y omega en la figura del base de los Atlanta Hawks, Dennis Schröder, que pasa por ser el segundo máximo anotador del Eurobasket, con 23.2 puntos por partido, solamente superado por el ruso Aleksei Shved. A punto de cumplir los 24 años, el jugador nacido en Braunschweig es un jugador absolutamente diferencial en el baloncesto europeo, con una potencia y velocidad de piernas muy superior a la media, que forzarán a Ricky Rubio en particular, y a la defensa española en general, a un esfuerzo superior al visto hasta ahora con los directores de juego rivales, pues ninguno de ellos tuvo tanta explosividad. De la cabeza y las piernas de Shröder se genera todo el peligro teutón, bien mediante aclarados para los puntos de su gran estrella, o ya sea a través de penetraciones y balones doblados del jugador de los Hawks hacia una pléyade de tiradores abiertos, claves en la remontada ante Francia. Entonces, resultó determinante el acierto desde el perímetro de Lucca Staiger o el reciente fichaje de los Boston Celtics, Daniel Theis, uno de esos pívots modernos muy físicos, con cierta alergia a la zona en ataque, pero capaz de hacer muchas cosas, y que cuajó un partido excelente (22 puntos y 6 rebotes, con 8/9 en tiros de campo). Sumen a ello a dos conocidos de la Liga Endesa, como el alero Robin Benzing o el pívot Johannes Voitgmann , también muy capaces de hacer daño desde el exterior.
Así es Alemania, rival de España en cuartos de final, en un partido que empezará a las 17:45 hora española en el Sinan Erdem de Estambul. En 2010, en la misma ronda, un triple imposible de Milos Teodosic mandó a los de Scariolo a casa en el Mundial. La lógica dice que la historia debería ser distinta, pero si España no mejora las sensaciones dejadas en algunos momentos ante Turquía, las huestes de Dennis Schröder le podrían dar un buen susto.