El mercado de la NBA sigue en ebullición. Dwyane Wade, una de las estrellas de la liga, ha cambiado Miami por Chicago Bulls donde había un hueco importante tras la salida de Pau Gasol. El escolta firma por dos temporadas a cambio de 47 millones.
Bulls necesitaba hacer espacio salarial y vendió en cuestión de horas a dos de sus jugadores. Mike Dunleavy a Cleveland Cavaliers y el español José Manuel Calderón a Los Ángeles Lakers.
El base, que se encuentra en la concentración de España, ha estado en tres franquicias en las dos últimas semanas: New York Kniks, Chicago Bulls y ahora Lakers. Se ha convertido en una moneda de cambio. Así funciona la NBA.
Calderón jugará ahora en una de las franquicias más legendarias de la NBA pero en uno de los peores equipos de la actualidad. Los Lakers son un equipo en construcción. En el traspaso con los Bulls, la franquicia angelina se ha hecho también con dos segundas rondas de los Bulls en su búsqueda de jóvenes con talento. El extremeño trabajará junto a D’Angelo Russell y Jordan Clarkson, dos bases con poca experiencia y tendrá sus minutos desde el banquillo.
Para Calderón, la de los Lakers será su quinta camiseta en su duodécima temporada en la NBA. Estuvo siete temporadas en los Toronto Raptors, fue traspasado a Detroit Pistons, donde jugó 28 partidos. Luego estuvo en Dallas Mavericks y las dos últimas temporadas en New York Knicks.