Según informa La Opinión de Málaga, la fiesta del Barcelona tras la consecución de la Supercopa de España no fue ni mucho menos tranquila. Las informaciones del diario andaluz hablan de un altercado importante en el vestuario azulgrana con el pívot senegalés, Moussa Diagné.
Supuestamente, Diagné habría explicado a sus compañeros que debido a su religión no podía entrar en contacto con el alcohol. El jugador musulmán del equipo azulgrana se habría vuelto loco cuando, de forma involuntaria, fue alcanzado por varias gotas de cava en pleno rostro. Al recibir el impacto del líquido, Diagné se lió a golpes con las puertas del vestuario y miembros del staff técnico se llevaron algún que otro golpe al intentar calmarle.
El diario Marca asegura que el altercado incluso requirió la presencia de algunos policías en el vestuario del Martín Carpena, aunque el Barcelona se ha apresurado a negar todos los hechos y a desmentir que tuvieran que intervenir las fuerzas de seguridad.