Mejor imposible. La temporada 2014/15 ha sido sencillamente perfecta para la sección de baloncesto del Real Madrid al haber conquistado los cuatro títulos oficiales en juego. Primero fue la Supercopa Endesa, a finales de septiembre, y cinco meses después la Copa del Rey, en ambas ocasiones con el Barcelona como víctima en la final. Después llegó la novena Copa de Europa, tras superar los blancos a Olympiacos en el Palacio de los Deportes, y ahora, un mes después, el conjunto de Pablo Laso se proclama campeón de Liga por trigésimo segunda vez en su historia a costa del FC Barcelona, al que ha endosado un 3-0 en el playoff final.
Después de haber ganado los dos primeros partidos en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid -el primero con suspense y el segundo de forma holgada y con un recital de Sergio Llull desde la línea de triple-, el conjunto de Pablo Laso también ha hecho los deberes en su visita al Palau Blaugrana, sentenciando esta final de la ACB por la vía rápida.
El pívot croata del Barcelona, Ante Tomic, intentó poner el remedio para que no fuera así. El jugador balcánico, con pasado madridista, fue el mejor del partido con 29 puntos, siete rebotes y 36 de valoración, pero él solo no bastó ante su antiguo equipo. Y es que los de Pablo Laso contaron con un excelso Jaycee Carroll, autor de 19 puntos con un acierto de 3/4 en triples. Los blancos machacaron a su rival desde el perímetro y, aunque los azulgranas trataron de contrarrestar con esa misma arma -especialmente con dos triples consecutivos de Alex Abrines-, los triples de Carroll, Sergio Rodríguez, Nocioni y Maciulis acabaron valiendo su peso en oro. Mejor dicho: acabaron valiendo un título de la Liga ACB.
El partido comenzó muy igualado en el Palau, donde Juan Carlos Navarro, que ya se había perdido el segundo choque en el Palacio, tampoco pudo jugar esta vez ante su afición por culpa de su fascitis plantar. Justin Doellman parecía enchufado en el inicio, pero realmente fue Ante Tomic quien se encargó de coger el toro por los cuernos. El Madrid quería marcharse en el marcador gracias a la labor de KC Rivers y Rudy Fernández, pero el croata se encargó de evitarlo: de los 29 puntos que anotó a lo largo de la tarde, 12 de ellos fueron en un primer cuarto marcado por su máxima igualdad y que se cerró con un tapón espectacular de Slaughter a Bostjan Nachbar (17-17, m.10).
El campeón de Europa metió una velocidad más al inicio del segundo cuarto y pronto empezó a sacar la metralleta para empezar a distanciarse en el marcador, gracias a los triples de Maciulis, Nocioni y, sobre todo, Jaycee Carroll. El jugador mormón quiso demostrar que iba a ser su día y que, gracias a su fina muñeca, el Real Madrid podía proclamarse campeón de la ACB en el Palau, como así acabaría siendo. El Barça, por contra, se mostraba muy errático desde el perímetro y también en los tiros libres, tratando de salir Brad Oleson y Doellman al rescate de los suyos, pero sólo al final de este segundo período. Al descanso, ventaja de 14 puntos para los blancos (34-48).
Sin embargo, el Barcelona salió con la lección aprendida tras el paso por vestuarios y, gracias al acierto de Justin Doellman y Alex Abrines, logró meter el miedo en el cuerpo al Real Madrid. Los azulgranas siempre fueron a remolque hasta que, en la recta final del tercer cuarto, apareció nuevamente Lobezno Abrines con dos triples consecutivos para poner a los culés por delante, aunque Sergio Rodríguez acabaría minimizando la ventaja azulgrana con un lanzamiento espectacular desde su propio campo. La pelota entró sobre la bocina y el tercer cuarto se cerraría con todas las espadas en alto de cara a los diez minutos finales (68-67, m.30).
Si los blancos habían logrado un parcial de 17-31 en el segundo período, los azulgranas le devolvieron la moneda a su rival en el siguiente con uno de 33-17.
Al inicio del último cuarto, el Madrid volvió a mostrarse muy enchufado desde la línea de 6,75 con triples de Carroll, Chacho Rodríguez y Nocioni, mientras que Oleson era el encargado de responder en la otra canasta. La cruz de la moneda la protagonizó Slaughter con una antideportiva incomprensible que pareció dar mucha vida al equipo de Xavi Pascual. En cualquier caso, era la noche de Jaycee, el asesino silencioso. El escolta de Wyoming apareció en los momentos de la verdad, con canastas decisivas. Una de ellas llegó en la recta final, poniendo al Real Madrid con una gran ventaja (+7) que parecía ya determinante. Pero lo cierto es que aún no estaba todo el pescado vendido. Fueron Tomic -cómo no-, Abrines y Doellman quienes trataron de meter nuevamente al Barça en la final.
No lo vieron así muchos espectadores del Palau, abandonando sus asientos antes de tiempo y resignándose a lo que iba a ser una realidad: un 3-0 que acabaría por teñir la Liga de blanco. Sergio Llull, el mejor jugador de esta final, terminaría amarrando el triunfo madridista con dos tiros libres en los últimos segundos (85-90), poniendo al Real Madrid con este póquer de títulos que resulta histórico no sólo en el baloncesto nacional, sino también en el panorama europeo. Una temporada simplemente perfecta.
Ficha técnica
FC Barcelona, 85 (17+17+33+18): Satoransky (10), Oleson (10), Hezonja (-), Doellman (12) y Tomic (29) -equipo inicial-, Abrines (16), Marcelinho (1), Jackson (3), Pleiss (2) y Nachbar (2)
Real Madrid, 90 (17+31+17+25): Rivers (9), Rudy (4), Reyes (6), Ayón (8) y Llull (10) -equipo inicial-, Carroll (19), Rodríguez (11), Nocioni (11), Maciulis (10) y Slaughter (2)
Árbitros: Hierrezuelo, Pérez Pizarro y Calatrava. Eliminaron a Satoransky, por parte del Barcelona
Incidencias: Tercer partido del playoff final de la Liga ACB, al mejor de cinco, disputado en el Palau Blaugrana ante 7.247 espectadores