La lluvia ha manejado los hilos del Gran Premio de Australia y ha desbaratado los pronósticos hechos tras la jornada de clasificación del sábado. La emoción comenzaba tres minutos antes del inicio de la carrera, cuando empezaron a caer las primeras gotas de lluvia sobre el circuito de Melbourne.
Fernando Alonso no estuvo afortunado en la salida, su Ferrari derrapó cuando los semáforos en rojo se apagaron y perdió posiciones con su compañero de equipo Felipe Massa. La falta de tracción del monoplaza del asturiano juntó a los coches en la primera curva donde Button tocó por detrás a Fernando, provocando un trompo que le llevó a la última posición.
Primera vuelta de infarto que dejó fuera de carrera a tres monoplazas más y obligó a la salida del safety car. La lluvia duró lo que duró el coche de seguridad en pista y el asfalto empezó a secarse en la vuelta siete. El primero en cambiar a neumáticos lisos fue el británico Button. Una decisión acertada que copiaron el resto de equipos. Comenzaba una nueva carrera.
A partir de ese momento Fernando Alonso marcó vuelta rápida tras vuelta rápida, y sólo necesitó tres giros más al circuito para ser décimo, a poco más de seis segundos de la cabeza de carrera que en este momento lideraba un Vettel preciso e invencible.
Sólo Hamilton parecía más competitivo que el asturiano. El inglés ha demostrado una vez más su efectividad y agresividad en la pista adelantado con determinación a sus competidores hasta alcanzar la tercera posición tras un Kubica que supo llevar el Renault por la trazada correcta. Sin duda la sorpresa de la carrera saltaba cuando en la vuelta 26 el alemán Sebastián Vettel se iba recto en el curva 13 al rompérsele el disco de freno delantero izquierdo.
Button se convertía entonces en el líder de la carrera seguido de Kubica y Massa, que fue sin duda un freno para las aspiraciones a pódium del piloto español de Ferrari.
El final del Gran Premio ha sido de los que hacen afición. La lucha por la cuarta posición entre Alonso, que no había cambiado neumáticos, y Hamilton y Webber, que calzaban gomas nuevas, inspiró al asturiano, que cerró todas las puertas a su ex compañero de equipo, bloqueando neumáticos y provocando que Webber echara de la pista al británico, dejándole sin opciones.
Finalmente una cuarta posición con gusto a victoria que le permite a Fernando mantener el liderato. “Salimos reforzados de este carrera ya que los aspirantes al campeonato han quedado por detrás”, ha asegurado Fernando que ha reconocido que ha sido un Gran Premio divertido y “nada aburrido”.
En cuanto al resto de españoles, ni el Sauber de Pedro ni el Toro Rosso de Alguersuari han conseguido entrar en los puntos aunque ambos han hecho una buena carrera. También felicitaciones para la escudería española Hispania Racing, ya que uno de sus pilotos, Chandock, ha conseguido terminar la carrera.