"Vamos a dejar a todo el mundo con la boca abierta" anunció este lunes la nadadora Andrea Fuentes. Y, en parte, así ha sido. Este jueves, en la Casa de España de Londres, las chicas de Anna Tarrés han ido un paso más allá para tratar de impresionar al jurado con un look innovador: un casquete que se asemeja a las escamas de un pez, y que está diseñado por Marc Arañó. La intención es mimetizarse con el aspecto de los peces en su ejercicio libre, que está inspirado en el océano.
Pero para poder encajar bien el casquete, las ocho nadadoras han tenido que cortarse el pelo, lo que han hecho todas juntas y ante las cámaras de televisión en la Casa de España de Londres. La primera en someterse al cambio de look ha sido Fuentes, la capitana, y tras ella todas sus compañeras.
"La idea es que esté todo unificado" explicó la entrenadora. "Vamos a intentar sorprender una vez más con la puesta en escena. Este será el punto definitivo, el punto de innovación que pondremos en práctica en estos Juegos", señaló.
El objetivo, superar a China en la segunda plaza. Las asiáticas tienen una ventaja de ocho décimas después de la magnífica ejecución de ayer. Pero esta tarde, a partir de las cuatro, lo que reina no es la rutina técnica, sino el aspecto creativo, el punto fuerte de las españolas, y con el que piensan emular la plata lograda en Pekín. Aunque para ello haya que cortarse el pelo.