"El objetivo es llegar a los cruces y llegar bien al partido más importante, que es el que te hace luchar por medalla. No vamos a especular con nada. Vamos a por la victoria y nos da igual el resto. Vamos a ganar, que es lo que ha hecho la selección durante muchos años".
Son palabras de Rudy Fernández, quien, al igual que sus compañeros y el técnico Sergio Scariolo, niegan la mayor y descartan que esta noche (21:00 horas), en el último partido del grupo B del torneo olímpico de baloncesto, vayan a dejarse ganar contra Brasil para acabar en tercera posición y evitar a Estados Unidos en semifinales.
"Se puede perder mañana, como se perdió con Rusia, pero vamos a intentar ganar", agrega Rudy, mientras que Scariolo afirma que "saldremos a competir y jugar lo mejor que podamos. Sinceramente, ni merece la pena ocuparse del tema".
En la selección brasileña, cuyo mayor éxito en unos Juegos Olímpicos es la medalla de bronce que conquistó en Londres 1948, Roma 1960 y Tokio 1964, tampoco entienden de amaños. "Somos deportistas y no podemos hacer especulaciones, tenemos que ir a ganar. Si especulo, ¿cómo le digo a los jugadores que ganen el próximo partido?", se pregunta el técnico de la canarinha, el argentino Rubén Magnano.
Marcelinho Huertas, base del Barça Regal, no cambia el sentido del discurso de su entrenador. "Hemos luchado mucho para venir a los Juegos Olímpicos Ahora vamos a salir a ganar. Será un partido muy bueno y no pensamos en evitar ser segundos. Jugaremos a ganar", afirma.
Otro hombre que conoce bien la Liga ACB es el pívot Thiago Splitter por su pasado en el Caja Laboral y, en menor medida, en el Valencia Basket. "Los cuartos de final vienen antes que las semifinales, por lo que sería estúpido pensar primero en ello. Aún no sabemos si Brasil va a estar luchando por las medallas", advierte.
El caso es que todo el mundo daba por hecho que en Londres 2012 se repetiría la final olímpica de Pekín entre Estados Unidos y España (107-118). Una especie de revancha en la que el equipo español tendría una segunda oportunidad, pero la derrota del pasado sábado ante Rusia (77-74) ha borrado de un plumazo esa opción.
Y ahora, por esas cosas del destino, muchos ven en el tercer puesto del grupo un premio mayor que el que corresponde al segundo.
Especulaciones al margen, la principal preocupación del equipo español es recuperar el ánimo, pero también el nivel de juego y competitividad para afrontar los cuartos de final: en caso de acabar segundo del grupo B, se mediría con total probabilidad a Francia en cuartos y a Estados Unidos en semifinales; si termina tercero, los rivales serían Argentina, en la ronda de los ocho mejores, y Rusia en semis.
Otra preocupación reside en torno a Juan Carlos Navarro. El escolta del Barcelona sigue con problemas físicos y su aportación hasta el momento ha sido escasa. Apenas ha podido participar unos minutos en dos partidos. Seguirá siendo duda, aunque las sensaciones ante Rusia fueron buenas. Al menos en el apartado físico.
España y Brasil son dos equipos que se conocen a la perfección y se respetan. El de esta noche en el Basketball Arena será un partido de poder a poder en el que el morbo está servido.