Estados Unidos inició su defensa de la corona olímpica con una contundente victoria por 98-71 frente a Francia, que resistió la embestida americana durante un solo cuarto antes de que la calidad de Kevin Durant decantara el partido de forma irreversible. El de los Thunder fue el máximo anotador del partido con 22 puntos y contó con la ayuda de LeBron James, autor de nueve puntos, ocho asistencias y cinco rebotes. Por Francia destacó Ali Traore con 12 puntos. Tony Parker se quedó en 10 puntos y cuatro pérdidas de balón.
El partido era de aroma NBA, al menos en la práctica. Nueve de los diez jugadores que comenzaron el partido juegan actualmente en la liga estadounidense y el único restante (Mickael Gelabale) llegó a jugar allí entre 2006 y 2008. Sin embargo, la igualdad duró 10 minutos.
Los de Mike Krzyzewski iniciaron el choque haciendo uso de sus señas de identidad, una defensa correosa y un gusto decidido por lanzar el contraataque -brillante James con un eléctrico pase picado de un campo a otro-, pero los franceses no se amilanaron y de la mano de Parker, que lucía gafas protectoras por una lesión en un ojo, protagonizaban una ejemplar resistencia.
El base de los Spurs penetraba, asistía y distribuía con facilidad sin que Chris Paul o Russell Westbrook pudieran frenarle, acciones que llevaron a Francia a dominar el tempo del encuentro y a forzar a su rival a jugar de forma incómoda momentáneamente. Un triple de Yannick Bokolo justo al final del primer cuarto igualaba aún más las cosas (22-21), pero los titulares norteamericanos regresaron de nuevo a pista y registraron un parcial de 11-0 (33-21) que avisaba de sus intenciones. Por fortuna para los "bleus", su rival en esos momentos pecaba de cierta inconsistencia y falta de intensidad.
Aunque de calidad van sobrados. Dos triples seguidos obra de Durant y Kevin Love dieron 15 de ventaja a los americanos (43-28), que poco a poco encontraron su juego incluso en ataque posicional, sin egoísmos y tratando de encontrar al jugador mejor situado. Se alcanzó el descanso en pleno recital de Estados Unidos (52-36), que comenzó a abrir brecha desde el triple, precisamente el agujero negro de los franceses (1/11).
A partir de ahí, el espectáculo del equipo de las barras y las estrellas fue aumentando, en tanto que Francia acusaba su inferioridad física. Alcanzaron una ventaja de 20 puntos tras un triple de Kobe Bryant (58-38) y el choque comenzó a parecerse más a un correcalles en permanente intercambio de canastas. Sin apenas forzar, el favorito al oro vio cómo sus jugadores se repartían los minutos de juego mientras seguían ejecutando un baloncesto sencillo pero tan contundente como sus transiciones.
Lo más destacado del último cuarto fue la aparición de Anthony Davis, el jugador número uno del draft (sorteo universitario) que debutará la próxima temporada en la NBA con los New Orleans Hornets y que dejó constancia de sus facultades defensivas.