El Comité Olímpico Internacional (COI) ha denegado la petición de Israel de guardar un minuto de silencio en la ceremonia de apertura de los Juegos de Londres por la muerte de once miembros del equipo israelí durante los Juegos de Múnich de 1972.
El presidente del COI, Jacques Rogge, ha sido el blanco de las críticas de los periódicos de Israel tras su negativa de recordar aquel atentando que acabó con la vida de once deportistas israelíes, según informa el diario The Guardian.
El viceministro de Exterior de Israel, Danny Ayalon, ha calificado de "inaceptable" la respuesta de Rogge y plantea ahora una réplica para que el organismo rectifique. "No dejaremos que el caso se vaya esfumando", anunció Ayalon. "Se trata sólo de un minuto", continuó. Ya en pasados Juegos Olímpicos hubo peticiones semejantes por parte de Israel.
Por su parte, Yigal Palmor, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, ha dicho que la respuesta del COI fue un claro rechazo. "Es una vergüenza. El COI trata el asunto como si fuera un problema de Israel pero eso (la masacre) es de interés de toda la familia olímpica. Fue un ataque al ideal olímpico", reveló Palmor a The Guardian.
El propio presidente del COI se ha excusado aludiendo que el movimiento olímpico ya evocó en varias ocasiones la memoria de las víctimas. "Tenga usted la seguridad de que en el seno de la familia olímpica no morirá jamás el recuerdo de las víctimas de la horrible matanza de 1972", ha escrito Rogge, que ha emplazado a los delegados israelíes a un acto íntimo de homenaje al margen de los Juegos.
Las críticas han sido aún más duras en los diarios. "Ofensa olímpica", comenta The New York Post. The New York Daily News imputa a Rogge "cálculo en lugar de compasión".