La plantilla del Real Madrid de baloncesto celebró a lo grande el triunfo en la Copa del Rey 19 años después del último título en la competición. El olímpico Palau Sant Jordi fue testigo de la alegría desbordada de los jugadores.
El grito que más se escuchaba dentro del vestuario blanco era la famosa estrofa de la canción de Manolo Escobar, "¡Que viva España!". Esa era la frase que las cámaras de televisión captaban, mientras los jugadores saltaban con la bandera de España y regaban con agua a los periodistas y al presidente del Real Madrid.
Afortunadamente, esta vez no hubo que lamentar ningún incidente y los jugadores pudieron celebran con total normalidad el título en el parqué del Palau Sant Jordi y en el propio vestuario.
Florentino Pérez, que ya celebró el año pasado su primera Copa del Rey en fútbol, no se quiso perder el encuentro. El presidente viajó a la Ciudad Condal y vio el partido desde el palco, junto a su colega Sandro Rosell. Al finalizar el encuentro, bajó a los vestuarios donde pudo ver la alegría a raudales de sus jugadores. Especialmente curioso fue el efusivo abrazo que se dio con Sergio Rodríguez.
El canario, junto a Felipe Reyes, llevaron la voz cantante de la celebración, aunque el gran protagonista fue Sergio Llull. El menorquín fue el más aclamado en la llegada del equipo al aeropuerto de Barajas, donde le esperaban una gran cantidad de aficionados.
Después, la plantilla se desplazó hasta el asador de La Esquina del Bernabéu, donde disfrutaron de una merecida cena y una fiesta privada. Los jugadores podrán ahora descansar, ya que los actos públicos tendrá lugar el miércoles. Esperanza Aguirre, en la sede de la Comunidad, y Ana Botella, en el Ayuntamiento, ofrecerán una recepción a los campeones.