Benedicto XVI ha recibido en audiencia en el Vaticano al Atlético de Madrid, al que ha deseado "suerte" ante el partido de Liga Europa que disputará frente a la Lazio.
A la audiencia, celebrada en el Aula Pablo VI, asistieron todos los jugadores del equipo rojiblanco, la directiva, encabezada por su presidente, Enrique Cerezo, y el consejero delegado, Miguel Ángel Gil Marín; el entrenador, el argentino Diego Pablo Simeone, y el cuerpo técnico de club. En total, algo más de 80 personas formaron parte de la delegación colchonera.
Sólo faltaron los jugadores Tiago Mendes, Antonio López y Fran Mérida, los dos primeros por lesión y el tercero por no poder jugar el torneo continental, al haberlo disputado ya esta campaña con el Braga.
La delegación madrileña, que fue introducida por el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ocupó las primeras filas del Aula Pablo VI y, cuando fue anunciada su presencia y el mismo Papa la nombró para saludarles, muchas de las más de diez mil personas que asistieron a la audiencia corearon Atlético de Madrid y ondearon algunas banderas españolas.
Recepción privada
Al final de la audiencia, la expedición rojiblanca fue recibida en privado, en una sala del Aula Pablo VI, por el Pontífice, quien departió unos minutos con los jugadores y directiva.
"Ha sido un acto muy emotivo, aunque corto. El Papa nos ha deseado mucha suerte. El gesto de recibirnos ha sido magnífico", ha dicho el capitán del equipo, Luis Amaranto Perea, a los periodistas. El colombiano ha contado que le habían regalado una camiseta del club con el nombre del papa y firmada por todos.
El presidente Cerezo ha expresado su "emoción" por haber asistido a la audiencia y ver a Benedicto XVI. "No todos los días se viene a ver al Papa. Hemos recordado la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid y el partido en homenaje a los miles de peregrinos que asistieron y que se jugó en nuestro estadio, el Vicente Calderón", ha subrayado.
Preguntado si el equipo estaba ya bendecido ante el partido del jueves, Cerezo ha dicho: "Está bendecido para todos, para jugar bien, para meter goles y para que la gente vaya al estadio".
El presidente ha destacado que el Atlético de Madrid es "un buen equipo, que está fuerte y tiene ilusión y ganas de ganar", informa EFE.
Cerezo ha manifestado que todos estaban muy emocionados, "unos porque somos latinos y nos emocionamos fácilmente y otros porque son de alguna parte de América que también se emociona". "Cada vez que tenemos al Santo Padre cerca es una emoción muy importante", precisó Cerezo, que es la segunda vez que es recibido por un Papa (antes lo fue por Juan Pablo II).
Cerezo ha narrado que habían regalado al Papa un lingote con los tres escudos del club a lo largo de su historia, la camiseta firmada por toda la plantilla, un monolito en recuerdo del partido de la Jornada Mundial de la Juventud y sendas reproducciones en miniatura de las dos copas ganada por el Atlético de Madrid en 2010. Se trata de la copa de campeón de la Liga Europa y de la Supercopa de Europa.
Tras la audiencia, la directiva fue recibida por la embajadora de España ante la Santa Sede, María Jesús Figa, mientras el equipo regresó al hotel para descansar ante el entrenamiento de la tarde en el estadio Olímpico de Roma.
Esta es la tercer vez que el Atlético de Madrid es recibido en audiencia en el Vaticano. La primera fue el 30 de abril de 1997 y en aquella ocasión presidía el club Jesús Gil y Gil, quien regaló al papa Juan Pablo II sendas reproducciones de los trofeos de Liga y Copa del Rey del doblete conquistado por el equipo madrileño en la temporada 1995-96.
La segunda fue el 19 de noviembre de 2003, con motivo del centenario del club madrileño. El presidente era ya Cerezo, quien regaló a Juan Pablo II un lingote de plata con los escudos de la historia del club y una maqueta en bronce del Vicente Calderón.