Mucha montaña, poca crono, finales con trampa, pocas etapas fáciles... Visto así parece que estamos hablando de una Vuelta a España tremendamente interesante. Y en realidad, por recorrido, lo es. Sin embargo, por ubicación, ya no tanto.
Porque aunque es entendible que una Vuelta no recorra los cuatro vértices de la Península Española, que su punto más al sur sea Madrid (misma reflexión si fuera a la inversa, con Madrid, como ciudad más al norte), deja a la mitad de la población española sin poder disfrutar del paso de los ciclistas.
Haciendo honor a esa gran película francesa, "Bienvenidos al Norte". Es cierto que en el norte está posiblemente la mayor cuna de ciclistas en España. Y que sus carreteras se llenan con el paso del pelotón. Pero al sur hay una inmensa tradición. Y qué decir del Levante español o de las playas andaluzas.
La gente, en la época en la que se disputa La Vuelta, suele estar veraneando en las playas. Y el poder acercarse a ver a los ciclistas pasar unos segundos siempre es apetecible. Vean, si no, como estaban las cunetas llenas de aficionados el año pasado en etapas como la que terminó en Campoamor o en su misma salida, en Benidorm.
¿Cuál es la excusa para no bajar al sur? ¿El calor? Pues entonces La Vuelta nunca podrá pisar esas tierras. Recordemos que se ha adelantado una semana su fecha, por lo que ya arranca antes de la tercera semana de agostos (este año el 18).
¿Otra excusa cuál es? ¿La montaña que hay en el norte? Sí, no está mal. En Andorra se suelen dar etapas bastantes plomizas, a lo que hay que añadir que no suele haber nadie en la subida a esos puertos, tipo Plá de Beret. Vale que en el sur, con el calor, mucha gente no sale a las calles. Pero en subidas como Xorret del Catí, Velefique, Calar Alto, Sierra Nevada (por su parte dura), o La Pandera entre otros también dan espectáculo del bueno.
A lo mejor el año que viene es el norte el que no disfruta del pelotón. Y dentro de ese mal, genial que 18 años después pisen carreteras navarras. Menos tiempo hacía que no entraba en Cataluña, 13. Este año se rompen esas dos barreras. El año pasado se rompió la del País Vasco, de 33 años.
Los escaladores, favoritos
Y ahora sí, un poquito de análisis (un enlace donde ver los perfiles). De salida, dejar claro que es una Vuelta para escaladores. Dos nombres claros: Igor Antón y Purito Rodríguez. Aunque luego la carretera pondrá a cada uno en su sitio. Si fuera Contador, sería el gran favorito sin duda. También Valverde y Cobo tienen muchísimas opciones. De los extranjeros. No es una Vuelta muy propicia para Nibali. Sí más para Scarponi y los Schlecks; y descartados Evans, y la dupla británica del Sky, Froome-Wiggins. Más la sorpresa de todos los años. Pero el abanico se reduce bastante.
Arranca con una crono por equipos corta, de sólo 16 km. Y desde ahí es un no parar. Hasta 8 claros finales en alto, unos más duros que otros. El análisis etapa a etapa se hará en su momento, cuando La Vuelta se acerque. Así, de primeras, hay dos puntos claves.
El tríptico asturiano con finales en Ancares (14ª), Covadonga (15ª) y Cuitu Negro (16ª, ver imagen de su carretera); y la penúltima, con la subida final a la Bola del Mundo, y tres primeras y uno de segunda antes. La que acaba en el Cuitu Negro y la de la Bola del Mundo son dos auténticos etapones de los que gustan y mucho. Con puertos duros y bajadas peligrosas, que animan al espectador a seguirlo por televisión. Puede pasar de todo en cualquier jornada, pero apunten esas dos como fechas claves.
Ocho finales en alto, más otros dos que acaban en subida, y dura. La de Jaca y la del Mirador de Ézaro. El final en Barcelona o en La Lastrilla también es de esos días peligrosos. Y a la crono inicial por equipos se une sólo una individual, de 42 km, pero jalonada con un puerto de tercera, que le quita dificultad, y deja el panorama todavía más claro para el perfil de un escalador. Ya que un Joaquim Rodríguez, por ejemplo, que perdería entre 4 y 5 minutos, puede minimizar las pérdidas en 2 o 3 minutos.
Lo dice alguien que sabe mucho de esto, Unzúe: "Montaña, montaña y más montaña". Purito y Valverde, con las bonificaciones y esos finales duros se tienen que poner las botas. Su mayor rival será Gilbert, con el Mundial como telón de fondo. Antón, en el estado de forma de hace dos años sería imparable. Moncoutié buscará sumar un nuevo entorchado como rey de la montaña. Sería el quinto. Y los sprinters vendría a por sus últimos triunfos del año. Aguantaría, esta vez sí, hasta el final, porque no vendrán a preparar el mundial. No les beneficia el recorrido de Valkenburg.
Miren la clasificación de La Vuelta de la pasada edición. Y de los 10 primeros, descarten al menos a 7. Cojan la del Tour y metan a 3 de ahí. Y del Giro otros tantos. Ellos serán los 10 primeros, más la típica sorpresa. Todavía quedan 8 meses. Antes tenemos muchas cosas. Lo más cercano, en 6 días, con el Tour Down Under australiano. Lo bueno empieza. Yo no me lo pienso perder. ¿Y ustedes?
El mejor recorrido de las carreras de tres semanas lo presenta el Giro; luego La Vuelta, por perfil, no por lo que recorre, repito; y por último el Tour, que apunta a tostón veraniego.
*Dani Ortín es propietario del blog Chupando Rueda