El Manchester City, tocado por las bajas de Dzeko y Balotelli, ha perdido su corona de campeón de Copa FA al caer derrotado (2-3) ante un Manchester United que lució tanto en el primer tiempo como naufragó en el segundo. La injusta expulsión de Kompany marcó el partido.
Sir Alex Ferguson ha vivido pocas semanas como esta. Su equipo registraba dos partidos ligueros perdidos de forma consecutiva por primera vez desde 2009, ha tenido que proteger a De Gea del feroz ataque de la prensa inglesa, apelando a su talento y progresión, pues sus fallos no tienen defensa, como tampoco la inseguridad que en este partido ha mostrado Lindegaard y además, Scholes, retirado hace apenas unos meses, se ha vuelto a poner las botas.
En todo ese desorden, el caprichoso sorteo de Copa les emparejó, en un bombo lleno de rivales de categorías inferiores, con el City, que les había traumatizado con ese histórico 1-6 en Old Trafford. Además, y por si fuera poco, la inquieta prensa inglesa sitúa a Wayne Rooney fuera del club. En todo ese caos, el United y Rooney tiraron de orgullo y puntería para devolver una milésima parte de la masacre que habían sufrido aquel imborrable 23 de octubre.
Pese a que el City se hizo con el control territorial en los primeros instantes, el Manchester United no sufrió en exceso y golpeó pronto a la contra. Cuando todavía no se habían cumplido los diez minutos de juego, Valencia sirvió un centro perfecto al corazón del área para que Rooney cabeceara a gol, apoyándose en la parte inferior del larguero.
Sin embargo, el verdadero golpe llegó cuando, apenas unos segundos después de que su equipo sacara de centro, Kompany fue expulsado por una entrada sobre Nani. El belga entra con los pies por delante tocando balón y ni siquiera el portugués protestó la falta. Una roja muy injusta. El United fue haciéndose con la posesión del balón, pero no asedió para nada el área rival. No le hizo falta. Wellbeck cazó un balón suelto provocado por un intento de remate suyo y lo empaló brillantemente a gol. La estirada de Pantilimon, titular bajo palos para el City, fue inútil.
Sin apenas tiempo para vislumbrar la montaña a escalar, los locales se llevaron el tercero tras un claro penalti de Richards sobre Rooney. El astro del United fue el encargado de ejecutarlo. Lo falló, pero dio igual. Salió raudo en busca del rechace y lo cabeceó sin problemas a gol. Debió ser el punto final del choque, pero las picaduras de los red devils no son lo que eran.
Mancini asumió la derrota sustituyendo a David Silva, que cumplía 25 años, y a Adam Johnson. Sin embargo, el City salió del ataúd con un magnífico libre directo de Kolarov. Minutos después, un fallo en cadena de la defensa del United, desde la parsimonia de Scholes hasta las manos blandas de Lindegaard lo aprovechó Agüero para poner a los suyos a un gol del replay con casi media hora por jugar.
El United gestionó la situación con excesiva prudencia y se limitó a esconder la pelota en busca del pitido final, sin buscar para nada la meta rival. Estuvo cerca de pagarlo ante la inseguridad que contagia Lindegaard en el juego aéreo. Ya en el descuento, el danés tuvo que quitarse de encima un nuevo libre directo de Kolarov.
Ficha técnica
Manchester City, 2: Pantilimon, Richards, Kompany, Lescott, Kolarov, Milner, Johnson (Zabaleta, m.46), Nasri (Hargreaves, m.82), Silva (Savic, m.46), De Jong y Agüero
Manchester United, 3: Lindegaard, Evra, Jones, Ferdinand, Smalling, Giggs, Carrick, Nani (Scholes, m.59), Valencia, Rooney y Welbeck
Goles: 0-1, m.9: Rooney; 0-2, m.30: Welbeck; 0-3, m.39: Rooney; 1-3, m.50: Kolarov; 2-3, m.63: Agüero
Árbitro: Chris Foy. Expulsó con tarjeta roja directa a Vincent Kompany (m.12) y mostró tarjeta amarilla a Evra, Ferdinand, Nasri y Wellbeck
Incidencias: Encuentro de la tercera ronda de la Copa de Inglaterra disputado en el Etihad Stadium de Manchester ante unos 46.000 espectadores