El británico Andy Murray comenzó de la mejor manera posible la temporada al ganar el título en el torneo de Brisbane (Australia) tras vencer en la final al ucraniano Alexandr Dolgopolov por 6-1 y 6-3 en apenas 67 minutos.
Murray consiguió su vigésimo segundo título en la ATP de forma muy sencilla y no perdió un solo punto en sus tres primeros juegos con servicio. Otro dato de la absoluta superioridad del jugador escocés fue que consiguió nueve juegos de forma consecutiva, desde el 2-1 del primer set hasta el 4-0 que registró el marcador en el segundo, según Efe.
Con esta victoria, Murray afronta el Abierto de Australia con la moral a tope y con la vista puesta en el título que ya se le escapó en dos ocasiones en las que accedió a la final. La influencia de Iván Lendl, su nuevo entrenador, parece que está siendo muy positiva para el británico, que en Brisbane arrasó a cuantos rivales le salieron al paso.