"Los jugadores que provoquen una tarjeta para cumplir un ciclo que conlleve suspensión, serán castigados con un partido adicional de sanción. Está claro que un futbolista no puede decidir cuándo ser sancionado. Tenemos que preservar la pureza de la competición y evitar que se adultere utilizando artimañas sancionadoras que manejen los jugadores en los partidos".
Estas palabras fueron pronunciadas por Pier Luigi Collina, director del comité técnico arbitral de la UEFA, hace apenas unos meses, el 25 de agosto, durente la conferencia anual de prensa en Mónaco, en la que se establecía la estrategia arbitral para la temporada, según asegura el diario As.
Unas declaraciones que sin duda salen a la palestra después de la última tarjeta amarilla provocada por Gerard Piqué, que le permite cumplir ciclo ante el Levante y llegar limpio al clásico del Bernabéu de dentro de 10 días.
Con esta premisa, Collina, y con él todos los árbitros europeos, pretendían evitar lo sucedido la temporada pasada, durante el Ajax-Real Madrid, cuando Sergio Ramos provocó una tarjeta perdiendo tiempo en un saque de falta, exactamente la misma acción que el central del Barcelona, y el club blanco terminó siendo sancionado.
Cabe destacar también que el excolegiado italiano aseguró que había pedido a los árbitros internacionales que hicieran constar en el acta las 'circunstancias especiales' en este tipo de amonestaciones. Por tanto, hay que tener en cuenta la interpretación de si Pérez Lasa fue suficientemente explícito a la hora de escribir en el acta el motivo por el que le enseñó la cartulina a Piqué.