Ellie Challis tiene siete años, se declara admiradora del Arsenal, y juega a fútbol en el equipo del colegio. Hasta ahí, todo normal. Pero la historia cambia cuando vemos a la niña: sin piernas ni brazos, practica el deporte que ama con unas prótesis especiales, similares a las usadas por el atleta sudafricano Oscar Pistorius.
"Es algo que nunca pensamos que podríamos ver", declaraba su madre, emocionada. Y no es para menos, después de ver cómo con sólo un año su hija tenía que ser operada a vida o muerte por una meningitis que desarrolló una septicemia, operación que le costó la amputación de sus brazos y sus piernas.
Para ello, dice, ha sido vital la ayuda de toda la familia, y en especial la de su hermana gemela Sophie, y la enorme fuerza de voluntad de Ellie, algo que ha sorprendido a todos a su temprana edad.
"No tiene ninguna problema a la hora de jugar a fútbol", comenta su madre "y lo hace muy bien". Su padre va más lejos: "sus regates son espectaculares", asegura. Algo que era imposible con las piernas ortopédicas habituales, que le provocaban heridas, y que llevó a su familia a optar por las de fibras de carbono, convirtiéndose en la persona más joven en usarlas.
Por eso, y por su delicadeza, las usa sólo una vez a la semana: cuando llega el partido de fútbol. Cuando más feliz se siente.