Mauro Tassotti, ayudante de Massimiliano Allegri en el banquillo del Milan, se reencuentra con Luis Enrique Martínez, técnico de la Roma, tras el codazo en la nariz que le propinó durante el partido de cuartos de final del Mundial de Estados Unidos'94 entre Italia y España, en el que se impuso la selección transalpina, entonces dirigida por Arrigo Sacchi, por 2-1 en el Foxboro Stadium de Boston. Será este sábado en el partido de la décima jornada de la Liga italiana que romanistas y rossoneri disputarán en el Olímpico de la capital.
En una entrevista que publica este viernes el diario italiano Corriere della Sera, Tassotti asegura que se arrepintió del codazo sólo un minuto después y que pretende que el español le acepte sus excusas si se encuentran cara a cara con motivo del partido que enfrentará mañana a sus dos equipos en la capital italiana. "Nos volvimos a ver una vez con ocasión de un amistoso veraniego entre el Milan y el Barcelona. Él (Luis Enrique) jugaba aún, yo era asistente de (Carlo) Ancelotti. El entrenador del Barcelona era (Frank) Rijkaard. Me parece que estábamos en Washington", comenta el italiano.
"Intenté aclarar las cosas con él esa vez en Washington. No recuerdo qué año era, pero estaba enfadado y al final no se dio la posibilidad. Yo lo entiendo, está en su derecho de no aceptar mis excusas (...) Yo estoy dispuesto a hacer las paces, a pedirle perdón. Siempre he estado disponible. Pero puedo entender que él rehúse a darme la mano", añade.
Tassotti asegura ser consciente de que con ese codazo hizo "daño a un colega en un contexto importante como es un Mundial" y que ya preveía que con la llegada de Luis Enrique a Italia este verano para entrenar al Roma el tema volvería a salir a escena. "Desafortunadamente es una cosa que se ha convertido en parte de mi carrera. Hice una estupidez, una gran estupidez, de la que ya me arrepentí solo un minuto después. Sabía que este asunto saldría dado que ahora entrena a la Roma. Estaba preparado", afirma el exjugador.
"En la carrera de un futbolista hay episodios afortunados y desafortunados. No puedes saber cómo va a terminar una entrada a un adversario. De seguro, no había premeditación. Fue algo instintivo. Intentaba ganar una posición en el área. Recuerdo que el final del partido era agitado. España quería el empate a toda costa. Sentí que tenía que aguantar por la camiseta y alargué el brazo", agrega.
Tassotti-Luis Enrique, el reencuentro 17 años después
El exgador italiano, segundo entrenador del Milan, está dispuesto a pedirle perdón al técnico asturiano de la Roma.
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