Equipos como el Real Madrid, el Atlético o los conjuntos andaluces no suelen ser muy bien recibidos por los grupos radicales de los dos grandes equipos vascos. Como en toda España, lo usual es que gran parte de quienes llenan los fondos de los estadios incurran en toda clase de insultos, con especial predilección por los racistas.
Sin embargo, lo ocurrido en San Mamés alcanzó un nivel de decibelios inhabitual, hasta el punto de que buena parte del aforo del estadio conocido como La Catedral coreó la consigna al principio del encuentro que enfrentaba al equipo local (el único de Primera en el que sólo juegan españoles) con el Atlético de Madrid.