Cesc Fàbregas ha insistido en que no profirió ningún insulto racista al sevillista Frederic Kanouté en la tangana que acabó con la agresión del delantero maliense y su consecuente expulsión. "Yo un santo no soy, al igual que no lo somos los 22 que estamos en el terreno de juego, pero no soy racista", ha subrayado Cesc, quien ha desvelado que llamó por teléfono a Kanouté para pedirle que desmintiera este extremo "y él me prometió que desde su boca no había salido nada de eso".
El de Arenys de Mar ha afirmado que "a quien filtró lo de los insultos racistas le ha salido bien la jugada, porque ha aparecido por todo el mundo" y ha añadido que durante estos años se ha ganado una reputación que no puede mancharse por acusaciones que, a su entender "no tienen ningún fundamento".
"Hoy en día, cualquiera se inventa algo en Twitter y se convierte en trending topic (tema más seguido)", ha lamentado Cesc, quien no está acostumbrado a este tipo de polémicas: "En Inglaterra solo era fútbol y fútbol; estas cosas no existen allí".
Las lesiones
El mediapunta azulgrana volvió a ser titular tras superar una pequeña lesión muscular que le ha tenido tres semanas de baja. Sin embargo, ha negado que este contratiempo físico tenga nada que ver con el rosario de lesiones que sufrió la temporada pasada en el Arsenal.
"Yo nunca había tenido lesiones musculares hasta el año pasado, que fue un calvario para mí, porque ya no estaba bien mentalmente, no me encontraba bien físicamente y, como el equipo me necesitaba siempre me hacían volver un poquito antes y acaba recayendo. Ahora ha sido diferente, me veía también en este inicio de temporada, que iba a tope, y en un entrenamiento antes del Sporting me tiré a por una volea demasiado alta creyéndome Neeskens y me rompí", ha aclarado.
Acostumbrado a tener libertad de movimientos -"en el Arsenal jugaba por donde yo quería", ha confesado- Cesc tendrá que aprender en el Barcelona a actuar también de interior, como sucedió ayer ante el Granada.
Aunque uno de los motivos por los que ha vuelto al Barça es porque sabía que aún tenía "mucho margen de mejora tanto táctica como defensivamente" y que Pep Guardiola le ayudará a evolucionar esos conceptos. "Por eso sé que jugar de interior me hará mucho mejor futbolista en el futuro", ha destacado.
"Injusto" cuestionar a Messi
Y es que el jugador de Arenys sabe que no siempre podrá compartir la mediapunta con Leo Messi, según él, "el mejor futbolista del mundo". Por eso considera "injusto" que alguno ya hay empezado a cuestionar su rendimiento.
"Este chico tiene mi edad y no voy a ver nunca más a nadie como él en la historia del fútbol. Este chico lo ha ganado todo, y solo le falta el Mundial. Juega un partido cada tres días, y cada tres días mete goles, cada tres días da asistencias. Estamos hablando de un jugador superlativo", ha dicho del punta argentino.
En una respuesta de minuto y medio, Cesc ha continuado con los elogios hacia el crack argentino: "Hablamos de un jugador que llega de vacaciones casi en chanclas, empieza a jugar una Supercopa en el Bernabéu y de la nada te mete un gol; y luego te mete otros dos aquí en el partido de vuelta y te gana la Supercopa".
Cesc se pregunta: "¿Si hay dudas sobre Messi, cómo estaremos entonces el resto de jugadores?. Y acaba "poniendo la mano en el fuego" por que el próximo Balón de Oro "lo volverá a ganar Leo".
Defiende a Guardiola
El centrocampista azulgrana también ha salido en defensa de su entrenador, Pep Guardiola, después de que el exazulgrana Touré Yaya dijera que se fue del Barça por la falta de comunicación con el técnico de Santpedor.
Para el internacional español, "si hay una persona comunicativa en el mundo del fútbol ese es Pep Guardiola" y ha desvelado que cada vez que ha necesitado hablar con el técnico catalán "su teléfono ha estado siempre disponible", informa EFE.
Por último, ha restado importancia al momento por el que atraviesa el equipo, que parece algo falto de chispa y de acierto rematador en los últimos encuentros: "Este equipo lleva cuatro años a un nivel altísimo y si alguna vez, durante algunos minutos, no hacemos el juego que a todo les gustaría ver, no se nos puede matar por eso".