El brasileño Mike Miranda y el ruso Zaurbek Baysangurov se disputaban el cetro interino de la Organización Mundial de Boxeo del peso súperwelter con la televisión como testigo.
Tras un comienzo algo agresivo del brasileño, rápidamente se agarraba a la cintura de su rival sin querer pelear. Al medio minuto, tras un leve golpe en el cuerpo y otro en la cabeza cae a la lona. Está KO. Se acabó el combate.
El estupor se veía en la cara de su rival y en el público. También las redes sociales se hicieron eco de un escándalo en el boxeo. Miranda se llevó la bolsa de subcampeón sin pelear ni sufrir. Pero se le notó demasiado e hizo el ridículo.
Miranda acudía al combate con buen bagaje, pero en su país. 34 victorias, con 31 por KO, según informa lainformacion.com. Nunca se había atrevido en el extranjero y ya sabemos por qué.
Si ayer veíamos cómo simulaba una falta un central en Holanda, ahora es un púgil el que avergüenza al deporte.