Roger Federer se ha mostrado resignado después de caer por cuarta vez en la final de París ante el balear: "Es imposible destronar a Rafa en Roland Garros", ha comentado el suizo. Además, ha querido agradecer al público por su apoyo y se ha despedido "hasta el año que viene" de los aficionados.
"Me habría sentido muy fuerte en el quinto set", ha dicho el suizo en una rueda de prensa en la que ha dicho estar "contento" con el partido que firmó, a pesar de la derrota, porque "no es como otros años, que luchaba por conseguir puntos". Nadal "juega mejor contra los mejores y lo demostró hoy", ha agregado.
El de Basilea, que ha declarado que Nadal mereció volver a levantar la Copa de los Mosqueteros, ha reconocido que una de las claves del encuentro fue no haber sabido aprovechar la bola de set que tuvo en la primera manga, con 5-2 en el marcador. "Rafa es duro. Tuve un golpe de mala suerte ahí. Fue un momento duro", ha reconocido Federer, quien ha explicado que Nadal "excavó profundo para volver en el primer set".
Federer ha explicado que no tomó "las decisiones adecuadas" en el desempate de la segunda manga pero ha recordado que logró volver al partido tras haber estado casi dos sets abajo y ha señalado que, quizá en ese momento, influyó el parón de la lluvia, que obligó a suspender el encuentro durante 15 minutos.
Ha comentado, además, que en la final tuvo que cambiar completamente su juego respecto del tenis que desplegó en la semifinal contra el serbio Novak Djokovic porque Nadal, al que calificó como el mejor tenista sobre tierra batida, juega de manera constante. "Intentaba buscar el sitio, moverle, cansarle, frustrarle... lo que hago siempre, mezclarlo un poco", ha dicho Federer, quien explicó que para derrotar a Nadal sabe que necesita "dictar" los puntos porque cada uno tiene una forma de jugar.
"Él está contento de ser Rafa, yo de ser Roger", ha bromeado el jugador al que se le considera el mejor tenista de todos los tiempos, quien ha indicado que le gusta "ver correr a Nadal de izquierda a derecha, de izquierda a derecha para ver cuánto puede resistir".
El suizo ha reconocido que quizá perdió "un poco de confianza tras el último Roland Garros y Wimbledon", ya que no había llegado a la final de un "grande" desde que se proclamó campeón del Abierto de Estados Unidos en 2010.
Federer ha identificado el torneo de Wimbledon, que ha ganado en seis ocasiones, como "otra nueva oportunidad para hacerlo bien" y volver a luchar por el título de su campeonato preferido. "Wimbledon siempre es mi objetivo principal en la temporada, donde todo empezó allá en 2003", ha concluido el actual número 3 del ránking, que cuenta en su palmarés con dieciséis títulos de Grand Slam y 283 semanas como número uno del mundo, informa EFE.