La designación de Wolfgang Stark no gustó nada en el Santiago Bernabéu y el tiempo les ha dado la razón. En un primer momento se especuló con que el portugués Proença fuera el encargado de dirigir el encuentro de ida de las semifinales de Champions. De hecho, Guardiola dijo el pasado sábado que Mourinho estaría "felicísimo" con la designación por ser paisano suyo. Finalmente, con la actuación de Stark, Guardiola podrá estar satisfecho.
Una vez sabida la designación, el Real Madrid publicó en su página web una nota en la que recordaban el penalti que no pitó Stark en la ida de los octavos de final en Lyon por una clara mano de Gourcuff al saque de una falta de Cristiano Ronaldo. El árbitro ha sido el peor valorado por los jugadores de la Bundesliga. Por algo será.
Y hoy, después de decir ayer Guardiola que no sabía "si el Real Madrid acabaría con diez", irónicamente, cuando el partido transcurría con normalidad, aunque muy tenso, Stark decidió expulsar con roja directa a Pepe por un plantillazo sobre Dani Alves a la hora de partido. El daño estaba hecho y Mourinho ya tiene, de nuevo, argumentos para protestar por los arbitrajes contra el Barcelona. El técnico, además, fue expulsado por las protestas.
Antes, el árbitro decidió expulsar a Pinto por una tangana en el túnel de vestuarios cuando decretó el descanso. Con el Madrid con diez, Messi resolvió la eliminatoria. Nos quedamos sin saber qué hubiera pasado estando once contra once, pero como ya ha pasado en otras ocasiones en Europa, cuando el Barcelona está en apuros, algo sucede.