Raquel es una profesora de literatura que acepta una suplencia en un pueblo del interior de Galicia. En su primer día de trabajo, la joven se entera de que su predecesora se ha suicidado. Al finalizar las clases encuentra en el bolso una nota: "¿Y tú cuánto vas a tardar en morir?".
Este es el argumento de El desorden que dejas (Espasa), la segunda novela de Carlos Montero (Celanova, Ourense, 1972), que se alzó con el Premio Primavera de Novela 2016. Va de menos a más. Arranca como una historia de acoso y pronto se convierte en un thriller con un ritmo frenético. Sigue una estructura clásica de giros inesperados en el que nadie es quien parece ser, hasta que en los últimos capítulos encajan todas las piezas del puzzle.
Es una novela muy ágil, con un lenguaje sencillo y un gran peso en los diálogos, escrito en primera persona cuando Raquel cuenta sus impresiones y en estilo indirecto para narrar lo que le sucede al resto de protagonistas, personajes de fuerte personalidad y muy atrayentes.
Montero lleva más de dieciséis años trabajando como guionista (Al salir de clase, Física o Química, El Comisario). En 2012 publicó su primera novela, Los tatuajes no se borran con láser (Espasa) y ahora, vuelve a las librerías con esta historia dura, en el que la "ausencia" y "el miedo que tenemos a perder a las personas que queremos", porque mueren o porque nos dejan, es uno de los temas centrales.
"El lector se va a encontrar un thriller que le va atrapar desde la primera página y que espero que le haga disfruta mucho desde el principio. Es un thriller psicológico, rural y gallego. Es la historia de una profesora que llega para sustituir a otra que se acaba de suicidar y se ve inmersa en una historia muy turbia de la que no sabrá cómo salir", resumen Carlos Montero a Libertad Digital.
La protagonista, Raquel, una profesora de treinta y tres años, con una relación sentimental en punto muerto, "se va metiendo en una maraña que la atrapa cada vez más y más" hasta que "empieza a dudar de todo, hasta de su marido con el que lleva casada diez años".
La novela se apoya en temas de gran actualidad, como la relación que mantenemos con las redes sociales y lo duro que es para una persona que su privacidad se exponga sin su consentimiento en Internet. ¿Donde está el fallo? "Somos humanos, eso falla", admite Montero. "Todos queremos presumir de fotos de los sitios en los que estamos. Además, están las aplicaciones que hay para ligar y ahí nos exponemos muchísimo. Creemos que solo estamos dándole una determinada foto a una persona y no sabemos donde va a acabar", añade el escritor gallego.
En estas cuestiones, nos centramos en los más jóvenes, pero todos "llegamos a la vez, igual de vírgenes", considera Montero. "Llevamos poco en este medio y somos muy imprudentes, mucho más de lo que creemos. Acusamos a las redes de que nos quitan intimidad y en realidad somos nosotros los que se la regalamos sin darnos cuenta. Es tan fácil hackear una cuenta o que otra persona distribuya una foto privada. Pero seguiremos haciéndolo porque está en nuestra condición humana".
Acoso escolar
Otro pilar de la historia es el acoso escolar, tanto entre compañeros como en la relación alumno-profesor, un asunto personalizado en tres alumnos, Iago, Roi y Nerea, que protagonizan escenas realmente duras. "No sé si es cotidiano pero pasa, desde luego. El que lo está viviendo lo vive como una pesadilla, aunque no sea tan extremo como lo que yo cuento", dice Montero. "Me he documentado muchísimo sobre este tema y los profesores cuentan pesadillas. Se piden la baja porque no pueden soportar ir otro día más a enfrentarse a ese enemigo, que a veces ni se sabe quién es. Te rompen los cristales del coche, cartas amenazantes, insultos, robos de identidad en las redes sociales, es terrible".
"Escribo de cosas sobre las que quiero tener respuesta pero yo aún no tengo respuesta. Todos tenemos la culpa de muchas cosas", añade el autor. Aunque su visión de los jóvenes no es para nada "apocalíptica". "Los jóvenes de hoy son muy parecidos a los de antes. Ahora tienen otras herramientas, se comunican de otra manera, pero se enfrentan a las cosas con la misma alegría, temor o locura".
Montero es guionista de series que ven miles de jóvenes y, en cierto modo, siente esa responsabilidad sobre sus hombros. "En mi primera novela abordaba ese tema. Me preguntaba hasta qué punto somos responsables de lo que contamos. Llevaba años en Física o Química y nos llegaban cartas de padres y profesores preocupados. Me las tomaba muy en serio y me planteaba hasta qué punto yo tenía la culpa. Escribiendo la novela llegué a la conclusión de que había una parte de la que éramos responsables, pero era una parte muy pequeña. Tienen a sus padres, a sus profesores y otras formas de informarse, yo ocupaba una hora y media de su vida a la semana", explica.
Entre sus últimos trabajos destacan la exitosa adaptación de El tiempo entre costuras, a partir de la novela de María Dueñas. Montero admite que le "encantaría" que se adaptase El desorden que dejas a la pequeña pantalla. "Me parecería curioso ver cómo otra persona lo adapta y también me encantaría adaptarlo a mí".
El guionista y escritor se considera un "lector voraz y apasionado", y solo le pide una cosa a los libros que abre: "Que me atrapen desde el principio". "Ya no tengo paciencia para esperar cien páginas. Si en la página veinte no me ha conquistado, lo dejo sin ningún tipo de pudor", cuenta con humor. Además, no es nada crítico con las lecturas ajenas. "Todo el libro que le llega al lector le va a servir para que se entretenga. Ya es bastante. Cuando ponen a parir 50 sombras de Grey pienso 'bueno, a mí no me gusta demasiado pero hay millones de lectores, sobre todo lectoras, que les ha encantado'. Vamos si da servicio, seguro que les habrá ayudado en su vida sexual. Así que, perfecto".
Carlos Montero. El desorden que dejas. Espasa. 408 páginas. 19.90 euros.