Mario Vaquerizo acudió a Es la mañana de Federico para hablar de su nuevo libro Fabiografía, un retrato de un personaje clave en la movida -y esquivo como pocos- como fue Fabio McNamara. Tanto, que "sólo accedió a confesarse con Mario Vaquerizo", aseguró Federico Jiménez Losantos, director del programa.
"Le convencí de hablar porque soy muy pesado, y porque quien la sigue la consigue", comentó Vaquerizo en esRadio, con su habitual sentido del humor. "A Fabio le conocí una vez me casé con Alaska. Ese dicho de jamás conozcas a tus ídolos, es mentira. Si antes le admiraba después le veneré".
El líder de las Nancys Rubias describió el verdadero carácter de McNamara, un hombre que pese a sus excesos es "muy sensato" y que por eso siempre dijo "no, no, no" a una biografía como la que ahora se publica. Un libro que refleja un momento artístico único en España y un carácter único que ha "evolucionado" a otras artes -en su caso, la pintura- y que inesperadamente ha abrazado la religión para "mantenerse vivo".
"Es el artista más completo que yo conozco, y mira que conozco artistas", aseguró Vaquerizo, que se ha hecho "íntimo" del personaje que retrataba, repleto de particularidades. "Se ha visto a Fabio como un desmemoriado", explicó, en parte por el problema de drogadicción que ha conseguido superar. "Pero Fabio siempre fue dueño de sí mismo en todo momento". Y es que, al final, "no está reñido divertirte con hacer cosas".
Y Fabio McNamara desde luego que las hizo. El libro ilumina toda la creación artística de la época de la movida, que según apuntó Federico Jiménez Losantos, se centró sobre todo en música y pintura.
"Su humor es surrealismo puro y duro. Ante situaciones muy complicadas por su drogadicción, siempre sacó el lado positivo. No es nada victimista, nada pesado. Él se buscó el problema. el solito se lo comió y él solito ha salido", reveló Vaquerizo.
El autor también habló de cómo se enganchó Fabio a las drogas, y también de cómo lo consiguió superar. "Se enganchó a la heroína y acabó fumando chinos, como se dice vulgarmente. Trató de salir muchas veces, pero recayó a veces de manera muy dramática. Salió porque tuvo una conversión, estuvo a punto de morirse y se le apareció la Virgen de Fátima y el Arcángel San Miguel. Era una enfermera llamada Fátima y un enfermero llamado Miguel que le llevaba tebeos. Una epifanía que le salvó la vida".