Luis Herrero ha entrevistado a Cristina Morató, autora del libro Reinas malditas que concentra la biografía de seis mujeres con puntos comunes en su vida que permite englobarlas bajo el término malditas. Cristina Morató, ha afirmado En Casa de Herrero que "lo que he intentado con este libro sobre todo es descubrir el lado más humano" y ha advertido de que se trata de "una mirada mía". En este sentido, ha comentado que el cine da sobre estos personajes "una visión muy romántica y demasiado ñoña en algunos casos, especialmente en el de Sissi", al tiempo que ha defendido que eran "seres más complejos y mujeres mucho más atractivas, que no fueron culpables de todos los males que se les adjudica".
Uno de los ejemplos para ilustrar esta idea ha sido la vida de Sissi de la que ha afirmado que "buscó un amante a su abnegado, paciente y muy enamorado esposo, el emperador Francisco José". "Creo que en el libro muestro una Sissi sin duda muy hermosa, pero de espíritu muy atormentado", añadió al tiempo que sentenció que "su vida en la Corte fue un auténtico infierno".
Respecto a los paralelismos entre Eugenia de Montijo y María Antonieta ha afirmado que la primera admiraba mucho a la segunda "incluso respetó algunos aposentos de Versalles tal y como los dejó" y que tienen un gran paralelismo porque ambas "llevaron una vida muy desdichada y de sufrimiento y fueron acusadas de frívolas, de inmorales…".
En este sentido, ha comentado que ha descubierto "a una Eugenia de Montijo muy torpe en política pero que en otros campos fue una persona muy culta, discreta, austera, pionera del feminismo… en contra de lo que se ha dicho". "Todo esto también hay que contarlo", sentenció. De María Antonieta, ha explicado que en un momento "pasó de ser una de las princesas más bellas y afortunadas de Europa a ser declarada culpable de traición y morir en la guillotina antes de cumplir los 40 años".
"Lo que he intentado, sobre todo utilizando diarios o las cartas que ellas escribieron desde sus exilios a los familiares, es recomponer como eran ellas y su vida diaria más allá de los palacios tan suntuosos donde vivieron", ha aclarado.
Cristina Morató ha confesado que Cristina de Suecia es la que "más le gusta" porque "conocía muy poco de ella" y "fue educada como un varón por su padre". "Era una mujer poco atractiva, poco aseada, que blasfemaba y escupía en el suelo pero que se convirtió en una de las mujeres más admiradas del siglo XVII", afirmó al tiempo que defendió que "era una mujer muy libre que siempre hacía lo que le daba la gana".
En relación a la reina Victoria, ha dicho que "era una persona muy apasionada que le gustaba vivir, bailar hasta el amanecer pero todas estas pasiones se las frena el príncipe Alberto, que la convierte en la imagen que tenemos hoy". "La he incluido en el libro porque se queda viuda muy joven pierde la alegría de vivir y tardó casi cuatro décadas en recuperarse de la pérdida de Alberto", añadió.
Finalmente, se ha referido a la última zarina, Alejandra Romanov, y ha afirmado que "es la que peor cae". Se trata de una "chica que llega al trono de Rusia con 22 años, muy enamorada de Nicolás I, pero muy tímida, fanática religiosa…. Con una vida marcada por las tragedias familiares" como por ejemplo "el nacimiento de su hijo con hemofilia". "A partir de ese momento es una mujer hundida que se deja aconsejar por ese personaje siniestro que es Rasputín, al que consideraba un santo y único capaz de curar a su hijo", añadió.