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Conozca a Ardi, el antecesor del hombre actual

El avance científico del año 2009, según Science, es Ardi, diminutivo del presunto antecesor del hombre actual hace 4,4 millones de años. Este precedente de los humanos bajó de los árboles y comenzó a caminar erguido debido a la expansión de las sabanas.

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El director y autor de un estudio y geoquímico de la Universidad de Utah, Thure Ceirling, ha señalado que hay "abundantes evidencias" para que 'Ardi', o el Ardipithecus Ramidus, habitase en la Sabana africana, y lo ha hecho en una publicación "crítica" y con "comentarios técnicos" que saldrá a la luz mañana viernes en 'Science'.

Este trabajo "crítico", que ha sido elaborado por ocho geólogos y antropólogos de siete universidades distintas, señala que es importante conocer donde habitó 'Ardi' porque el argumento de que vivió hace 4,4 millones de años de antigüedad en los bosques fue utilizado en contra de la teoría de la evolución humana, conocida como la 'hipótesis de la sabana'.

Esta hipótesis mantiene que una expansión de las sabanas propició que estos antecesores de los humanos, casi monos, descendieron de los árboles y comenzaron a caminar erguidos para encontrar comida de forma más eficiente, o alcanzar otros árboles para refugiarse o abastecerse.

El pasado mes de octubre, un equipo de unos cuarenta científicos dirigidos por Tim White, de la Universidad de California (Berkeley), publicó once estudios en 'Science' que resumían 17 años de trabajo en los cuales excavaron fósiles de 'Ardipithecus', incluido una parte de un esqueleto femenino que se bautizó con el nombre de 'Ardi', así como 150.000 fósiles de animales y plantas. Estos caracterizaron el medio ambiente de lo que ahora ese Aramis, en Etiopía, como una zona de bosques y caminos con un clima más fresco y húmedo que el actual.

En diciembre, 'Science' nombró esta investigación que dio cobijo al Ardipithecus y su entorno, que en 2009 fue calificado como 'Avance del Año', en el que citaba cómo los fósiles eran más de un millón de años anteriores que aquellos que antes se consideraban los restos parciales de un esqueleto de un homínido más viejos del mundo, los de la Australopithecus afarensis conocida como 'Lucy'.

Sin embargo, un mes antes, Cerling y otros siete científicos comenzaron sus críticas a 'Science', algo que la revista no ha publicado hasta ahora, cuando Cerling y el coautor y geólogo Frank Brown, también de la Universidad de Utah, han expresado su frustración porque esta situación se prolongara tanto.

Los investigadores de la Universidad de Utah critican que la publicación estaba co-escrita por dos antropólogos, Richard Kelin, de la Universidad de Stanford, y John D. Kingston, de la Univerisdad de Emory, y por otros cuatro geólogos: Naomi Levin, de la Universidad Johns Hopkings, Jay Quade de la Universidad de Arizona, Jonathan Wynn, de la Universidad del sur de Florida y David L. Fox, de la Universidad de Minessota.

La mayoría de los autores han estudiado los restos antiguos y otros indicadores geológicos del entorno en que habitaron los homínidos en África.

La crítica concluye que Ardi vivió sobre todo en los árboles o arbustos de sabana, con un 5 por ciento a un 25 por ciento de un área cubierta por árboles o matorrales, y no el mínimo del 60 por ciento para llegar a la definición de un bosque cerrado. Cerling admite que Ardi podría haber vivido en un bosque con un corredor como un río, pero era un río que atravesaba la sabana. "No era una pradera pura ni tampoco un bosque", asegura Brown.

"Eso es lo que la gente llama sabana", insiste Cerling, lo que se contradice con los postulados de White y sus colaboradores, quienes proponen un habitat que en su mayor parte estaba "poblada de árboles con las copas de sus árboles conectadas". Igualmente, la crítica concluye que aunque sus autores no juzgan la validez de la hipótesis de la sabana, la conexión entre los antecesores del hombre que andaron erguidos y la expansión de praderas sigue siendo una opción válida.

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