Un modelo matemático equipara los ecosistemas al cuerpo humano
Un ecosistema forma una entidad permanente aunque las entidades que lo integran, las especies, estén en constante sustitución.
Así se desprende de un estudio matemático llevado a cabo por los profesores José Antonio Cuesta y José Ángel Capitán, del departamento de Matemáticas de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), y Jordi Bascompte, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Los científicos han desarrollado un modelo matemático que recrea el comportamiento de un ecosistema para observar la dinámica del mismo y sus reacciones ante diferentes situaciones.
Han comprobado que el ecosistema alcanza un estado en el que permanece invariable a pesar de que las especies que lo conforman estén constantemente siendo sustituidas hasta llegar a renovarse por completo, de forma similar a lo que ocurre en un organismo humano, ha explicado Cuesta.
"Las especies cambian, la estructura no", ha añadido este investigador, que ha señalado que el estudio se ha publicado en la revista especializada Journal of Theoretical Biology.
El hombre está formado por células de distintos tipos que cooperan o compiten por recursos, está colonizado por bacterias (en el intestino o en la piel) cuya actividad se relaciona con la de otros procesos del organismo, y está invadido por virus que pueden ser dañinos o intervenir en procesos reguladores del ADN. "Todos se renuevan continuamente y transcurrido un tiempo, las entidades que forman el cuerpo han sido sustituidas una o varias veces, y, sin embargo, seguimos siendo nosotros mismos, al igual que ocurre con los ecosistemas", ha indicado José Antonio Cuesta.
Para los investigadores, la importancia de este estudio es que permite ver los ecosistemas como una entidad en sí mismos, más que como un conjunto de especies. "Nos obsesiona la preservación de las especies, pero es más importante preservar un ecosistema". Desde este punto de vista, por ejemplo, podría ser beneficioso sustituir una especie amenazada por otra equivalente, para que el ecosistema no se viera amenazado, porque se perdería una especie, pero se salvaría el ecosistema.
En el campo de la evolución y a la hora de abordar el término "ecosistema" se distingue entre especies y ambiente. Las primeras evolucionan para adaptarse al segundo y cambian a medida que éste lo hace; por ello se tiende a pensar que especies y ambiente son entidades separadas. Sin embargo, los ecosistemas muestran que las especies forman la parte más importante del ambiente porque interaccionan, se comen unas a otras, se pelean por el territorio: eso hace que la presencia o ausencia de ciertas especies sea el factor que más influye en la supervivencia de una de ellas", ha indicado el profesor Cuesta.
Cuesta, que forma parte del Grupo Interdisciplinar de Sistemas Complejos de la UC3M, ha explicado que el modelo matemático desarrollado permite observar el ecosistema en grandes escalas de tiempo y durante su formación. Por ejemplo, que el ecosistema se forma a medida que es invadido por nuevas especies y que llega un momento en el que no admite más incorporaciones, aunque si el intercambio de elementos.
También se puede comprobar el efecto "gran depredador", el que se alimenta de otras especies y que actúa como regulador de esa población. Si no está presente, esas especies crecen tanto que agotan sus recursos, lo que conduce a la extinción.
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