La nanotecnología no se detiene y sigue avanzando. Ya hemos visto sus aplicaciones en la fabricación de semiconductores, en la medicina o en la bioingeniería. Ahora es el momento de aplicarlo a los dispositivos wearebles.
Investigadores surcoreanos han conseguido fabricar una malla ajustable a base de unos diminutos nanocables entrelazados que es capaz de aumentar la temperatura de la zona de nuestro cuerpo en la que la pongamos. La malla de cables es tan fina que se puede poner en el interior de cada prenda para que nos proporcione más calor en invierno y nos aísle del frío gracias a una pequeña batería. Las dos aplicaciones más lógicas a las que se puede utilizar es la terapéutica para mitigar el dolor y en la fabricación de ropa inteligente.
Otros investigadores estadounidenses ya habían desarrollado un recubrimiento de nanocables de plata para la ropa, lo que permite que se genere calor como si fuera un calefactor y que atrape el calor de los cuerpos mucho mejor que la ropa normal. Este invento lo han llamado "gestión térmica personal" y se logra gracias a la fabricación de ropa revistiéndola de nanocables de plata.
Los nanocables metálicos son conductores por lo que son capaces de conducir energía. Además hacen que la ropa se convierta en un buen aislante capaz de reflejar más del 90% del calor corporal de una persona hacia sí mismo. Una prenda normal sólo puede reflejar un 20% del calor corporal por lo que la ropa con esta tecnología funcionaría como calefacción activa y aislamiento pasivo a la vez.