Compromiís ha pedido que todos los españoles mayores de edad sean donantes de órganos y tejidos, menos quienes expresen su negativa a través de un registro oficial.
Es una iniciativa que ha planteado el grupo mixto, a instancias de la diputada de Compromís Marta Sorlí, quien ha registrado una proposición no de ley en la que insta al Gobierno a desarrollar el marco normativo necesario para ello y a crear un Registro Estatal de No Donantes.
En ese registro se podrían apuntar los ciudadanos que no quisieran donar sus órganos o tejidos en el momento de su fallecimiento y a esa información podrían acceder los profesionales médicos de forma accesible.
Pero para todo ello, para que los ciudadanos tengan conocimiento del procedimiento, sería necesario poner en marcha campañas divulgativas.
Según Sorlí, un 85 % de las familias españoles decide donar órganos, con lo que hay que legislar atendiendo a esta gran mayoría y para dar a su vez facilidades a los que no quieran donar. Se trataría, dicen, de un "pequeño cambio" respecto a la legislación actual de donación de órganos que, según Sorlí, es "muy avanzada" y "reconoce a todos como donantes".
Pero, tal y como ha explicado, "esto entra en coalición con el consentimiento informado que si no está puesto por escrito no se acepta como bueno, y deja todo en manos de las familias".
De esta forma, a su juicio, se "facilitarían las cosas a las familias que tienen que decidir en una situación tan complicada sobre donar los órganos de un familiar que acaba de morir y también al personal sanitario que tiene que hacer de mediador en un proceso tan doloroso".
En España, según dicen en la proposición, la tarjeta de donante es un documento que expresa el deseo de ser donante de órganos tras la defunción, pero "no tienen ningún valor legal". Y en caso de fallecimiento, por tanto, "es necesario comunicar la voluntad de donación a los familiares para que autoricen la extracción de los órganos".
Compromís recuerda que el pasado mes de enero entró en vigor en Francia una ley por la que todos los ciudadanos son "automáticamente" donantes de órganos y tejidos, salvo que los individuos manifiesten su voluntad de retirarse del programa de donaciones a través de un registro nacional.
De esta forma, los médicos franceses, cuando una persona fallece, lo primero que hacen es comprobar que el fallecido no figura en dicho registro y después conversan con la familia para cerciorarse de que esa persona en ningún momento expresó su rechazo a la donación.
España ya es récord en donaciones
En la proposición no de ley, Compromís recuerda el balance de actividad de donación y trasplante para el 2016 (43,4 donantes por millón de habitantes y 4.818 trasplantes).
Estas cifras sitúan a España en líder mundial de donaciones y trasplantes durante 25 años consecutivos, gracias a un modelo funcional basado en la coordinación en el que los intensivistas son un personal fundamental.
La nueva directora de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, ha avanzado este miércoles en rueda de prensa que el número de donantes ha aumentado un 10,2% en lo que llevamos de año, y que de continuar a este ritmo de crecimiento al finalizar 2017 se podrían superar los 5.000 trasplantes, tres años antes del objetivo que se había marcado.