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Enfermeros renuncian a su plaza para no entrar a la habitación de la enferma de ébola

"Hay trabajadores que están renunciando a sus contratos para no tener que entrar", asegura Elvira González, vicesecretaria provincial del SAE.

"Hay trabajadores que están renunciando a sus contratos para no tener que entrar", asegura Elvira González, vicesecretaria provincial del SAE.
Médicos y enfermeros se concentran a la puerta del hospital | Cordon Press

El personal sanitario ha denunciado este jueves que aún no se cumplen los requisitos fundamentales de seguridad ni la formación para tratar a Teresa Romero, técnico de enfermería infectada por ébola. Por ello, el hospital La Paz está intetando reclutar profesionales en paro. La realidad que viven los eventuales, explican fuentes a ABC, "que se pueden pasar años esperando para conseguir su plaza en una oposición, es lo que explica esta situación. Ha habido muchas presiones para que desde La Paz se fuese a reforzar al Carlos III porque los turnos, al tener que ser muy cortos por lo complejo del trabajo, consumían mucho personal. Hubo compañeros que se cogieron una baja por ansiedad porque no se han visto capaces de afrontarlo. Y ahora están llamando a los de verano de la UVI y de Urgencias para que vayan. Pero esta gente, aunque sí tiene formación, tiene poca experiencia incluso en el trato con infecciosos comunes. Le han pedido a alguno de los fijos que han pasado por el Carlos III que les enseñe a ponerse el traje cuando ellos solo se lo han puesto un día".

"Hay trabajadores que están renunciando a sus contratos para no tener que entrar", asegura Elvira González, vicesecretaria provincial del Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE) en declaraciones que recoge El País.

Según relata, hay enfermeros y técnicos de enfermería que han presentado formalmente su renuncia en la Consejería de Sanidad y otros que se han negado a atender enfermos de ébola en las condiciones actuales. En principio, un profesional sanitario está obligado a atender a cualquier enfermo, pero en este caso el hospital no está obligando a nadie a entrar, añade. "Ahora mismo, cuando está en cuestión si el traje es el correcto, si el protocolo es el correcto, un profesional sanitario podría acusar a la Administración de delito de salud pública si le obligan a trabajar en condiciones que no son las adecuadas", explica. "Ni en la Consejería de Sanidad están seguros de la infalibilidad del protocolo y por eso no están obligando a nadie", añade.

Por su parte, el enfermero y delegado sindical de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) en el Hospital Carlos III, Manuel Torres, que atiende a la contagiada por ébola Teresa Romero, ha lamentado que este jueves sólo haya siete personas atendiendo a la enferma y a los otros posibles casos de ébola que permanecen ingresados en el centro, mientras que el primer infectado tratado en España, el sacerdote Miguel Pajares, tuvo a una docena de personas para atenderle en exclusiva.

En una rueda de prensa convocada por el sindicato, Torres ha indicado que antes estaban "más reforzados por equipos de La Paz". "Cuando tratamos al primer paciente fue más o menos directo, fuimos todos los que trabajamos", ha explicado, incidiendo en que posteriormente se planteó que sólo atendieran estos posibles casos aquellos que se presentaran voluntarios, como ocurrió con el segundo paciente y en este tercer caso.

"Ya no somos tantos voluntarios. Entonces, se ha creado una bolsa. También ha disminuido la cantidad de personal que teníamos trabajando en el Carlos III, se desmanteló, y evidentemente cada vez tenemos menos gente para trabajar. Para el primer paciente nos ayudó los compañeros de la UVI de La Paz, en este caso los únicos que vienen son los médicos de intensivo, pero el personal de enfermería de La Paz, por ahora, no ha venido. Se ha tirado de la bolsa de enfermería para contratar para este periodo por la falta de personal", ha asegurado Torres.

"Ahora estamos tres enfermeros y cuatro auxiliares, cuando el primer día que se trabajó éramos seis enfermeros y seis auxiliares para un solo paciente. Ahora tenemos más pacientes y menos personal. Teníamos dos horas de descanso y en la actualidad tenemos cinco o diez minutos", ha explicado. Así, Torres se ha preguntado por qué ha disminuido el número de sanitarios voluntarios para atender a los casos de ébola, inquiriendo si podría ser la consecuencia de no haber recibido "ningún curso ni nada de formación".

Sin embargo, ha indicado que "ayer por la mañana había solamente un médico (voluntario)", pero que esta mañana había "dos internistas, un médico de medicina preventiva, un médico internista, y uno de enfermedades tropicales", de los cuales desconoce si son voluntarios.

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