3.338 muertos por la epidemia del ébola, según el último recuento realizado por la OMS el pasado 1 de octubre. Dos misioneros españoles que sucumbieron ante la enfermedad. Una auxiliar de enfermería infectada, dos personas ingresadas como sospechosos, y otras 50 que serán sometidas a un "seguimiento continuo". Sin embargo, nada ha removido tanto la conciencia de las masas -al menos, en las virtuales- españolas como Excálibur, el perro de Teresa Romero, la enfermera infectada, y su ya ordenado sacrificio.
La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, "para evitar la posible transmisión del ébola", ordenó este martes sacrificar "al perro de la afectada". "La mascota vivía en estrecho y permanente contacto con la paciente infectada por este virus", añadía la nota emitida por el gobierno regional.
"Hola, soy Javier, el marido de Teresa Romero. Estoy en el hospital y hago un llamamiento a toda la población para que me ayude a salvar a mi perro Excálibur, que lo quieren matar así por las buenas, sin seguir ningún procedimiento. Las asociaciones están con nosotros. Gracias", decía en un vídeo colgado en Internet el marido de la afectada, quien cedió "temporalmente" la custodia del can a Carlos Rodríguez, veterinario y director del programa de Onda Cero Como el perro y el gato, presidente de la asociación Mascoteros Solidarios.
Escribía Rodríguez en su muro de Facebook que no hacía esto "por protagonismo", sino "por el animal, por sus propietarios, por mi profesión", y señalaba como "curioso que un presidente de colegio de veterinarios bendiga la eutanasia del animal y que el presidente de todos los veterinarios no lo considere necesario".
Manifestación para salvar al perro
Mientras, en la red, #SalvemosaExcalibur se convertía en 'Trending Topic' mundial -Pérez Reverte, en Twitter: "Propongo poner al perro en observación y sacrificar a la ministra. No hay color"-, una petición en Change.org registraba miles de firmas -en este momento supera las 256.000-, se llamaba a la movilización.
Propongo poner el perro en observación y sacrificar a la ministra. No hay color.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) octubre 7, 2014
Algunos científicos se posicionaban a favor; otros, en contra. En Alcorcón, un centenar de personas se concentraban frente al bloque de viviendas de la enfermera infectada por ébola para pedir que Excálibur no fuera sacrificado. "Javi y Teresa, Excálibur no está solo", "Sí al perro y no a la Mato", "Vecino, el próximo es tu perro", coreaban.
Allí se encontraban Carlos Rodríguez y el abogado de Mascoteros Solidarios, Víctor Valladares. Este solicitaba "que se agoten todas las posibilidades previas" antes de matar a Excálibur y conocer "el método" para sacrificar el animal. Por su parte, la portavoz del PACMA, Laura Duarte, reclamaba la "cuarentena para Excálibur". Decenas de personas pasaron la noche frente a la vivienda.