El marido de la enfermera infectada por ébola está muy preocupado por su perro. En una conversación telefónica mantenida con El Mundo cuenta que en un principio "nos ofrecieron llevarle a una clínica para que estuviera bien atendido y en observación, para hacerle analíticas y seguir el protocolo, pero en principio no hay contagio de personas a animales ni de animales a personas... Y ahora me llama este Zarco [ se refiere a Julio Zarco, director general de Atención al Paciente de la Comunidad de Madrid] y me dice que hay que sacrificar el perro sí o sí, que si le doy mi autorización. Y le he dicho: 'Mi autorización no la tienes'"
"Y me han dicho -continúa explicando el marido aislado por precaución en el hospital Carlos III- que si no les doy mi autorización, van a pedir una orden judicial y van a entrar en casa por la fuerza para sacrificar al perro. Ayer no me dijeron eso. Me ha querido comer la oreja, que yo les dejara las llaves de casa y con un besito le sacrifican. Entonces qué hacemos, ¿que a mí me sacrifiquen también? Como no saben si lo tengo o no, que me sacrifiquen a mí también, ¿no?"
"El perro no tiene problema, tiene toda la casa para él, la terraza abierta para que haga sus necesidades... Se puede cagar por la casa, tiene 15 kilos de pienso, tiene agua... Como si pasa 20 días solo. Se porta bien, no molesta... Y mi mujer no sabe nada, pero ella, que es la paciente, la que tiene el ébola, le dices eso y se queda en el sitio", termina.
Poco después ha colgado un mensaje en Facebook:
Este es el mensaje que ha colgado en Facebook:
Hola, me llamo Javier L. R. (facilita sus apellidos), soy el marido de Teresa R. R. (facilita sus apellidos), la auxiliar contagiada de ébola por tratar de forma voluntaria a los dos pacientes contagiados que fueron repatriados a España.
Quiero denunciar públicamente que un tal Zarco, creo que es jefe de sanidad de la Comunidad de Madrid, me ha dicho que tienen que sacrificar a mi perro así, sin más. Me pide mi consentimiento a lo cual me he negado rotundamente. Dice que entonces pedirán una orden judicial para entrar por la fuerza en mi casa y sacrificarle.
Yo antes de venir al hospital le deje varios cubos de agua, la bañera también con agua y un saco de pienso de 15Kg para que tuviera comida y agua. También le deje la terraza abierta para que haga sus necesidades.
Me parece injusto que por un error de ellos quieran solucionar esto por la vía rápida.
Un perro no tiene porque contagiar nada a una persona y al revés tampoco.
Si tanto les preocupa este problema creo que se pueden buscar otro tipo de soluciones alternativas, como por ejemplo poner al perro en cuarentena y observación como se ha hecho conmigo. O acaso hay que sacrificarme a mí por si acaso.
Pero claro, un perro es más fácil, no importa tanto.
No se ha demostrado el contagio
El presidente del Consejo General de Veterinaria, Juan José Badiola, asegura que hasta el momento no hay ningún estudio que haya demostrado que el virus del ébola se pueda contagiar de seres humanos a perros.
De hecho, el marido de la auxiliar de Enfermería, que también se encuentra aislado de forma preventiva, ha denunciado este martes que la Comunidad de Madrid le ha pedido consentimiento para sacrificar a su perro.
Ante esta situación, Badiola ha explicado a Europa Press que el único estudio que ha notificado la exposición de estos animales al virus se realizó en África como consecuencia de un brote en humanos. Tras analizar varias muestras de sangre canina se vio que había un pequeño porcentaje de perros que presentaron "reacciones inmunitarias" pero "ni desarrollaron la enfermedad ni fallecieron".
"El hecho de que un número bajo de perros desarrollaran anticuerpos frente al virus quiere decir que el ébola estuvo en contacto con su sistema inmune, pero el estudio no constató que los humanos fueran el origen de la transmisión", ha reconocido Badiola, que apunta a que estos animales podrían haberse expuesto al virus mediante el contacto con otros animales.
De hecho, este experto ha recordado que por el momento lo único que se ha demostrado es la transmisión a humanos procedente de murciélagos, simios e incluso algún antílope. En cualquier caso, y ante la posibilidad de que el perro de la enfermera pudiera contraer el virus, Badiola cree que el animal "en ningún caso se le puede dejar por la calle" y al menos debería ser aislado y desinfectado.
"Puede estar contaminado de forma mecánica, lamen la piel, se acercan a la boca (...) habría que observarle y ser lavado para desinfectarlo", según ha explicado, para luego ser analizado durante un tiempo e incluso tomarle muestras para ver si desarrolla anticuerpos como se observó en el estudio africano citado.
Y en el caso de optar por su sacrificio, advierte de que "no se puede hacer sin el consentimiento de su dueño "salvo que la autoridad sanitaria lo estipule como obligatorio". Y una vez muerto, ha añadido Badiola, habría que "envolverlo muy bien con varias bolsas y llevarlo a un crematorio".