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La enfermera pudo contraer el ébola al quitarse el traje de seguridad

Los profesionales que atienden a los enfermos corren riesgo real de contagiarse de Ébola, pese a los protocolos de seguridad.

Los protocolos de seguridad desplegados en el caso de los dos enfermos de ébola que fueron repatriados a España han sido exhaustivos -según aseguró el Ministerio de Sanidad- pero no blindan a los profesionales que tienen que tratar a los pacientes a diario. "Las posibilidades de contagiarse atendiendo a un paciente con ébola son reales", ha señalado en Es la tarde de Dieter el especialista en Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, José Miguel Cisneros. En este sentido, ha explicado que pese a que lo único que necesitan es el equipo de protección, "quitarse y ponerse el traje es una tarea compleja que requiere una serie de mecanismos automatizados para evitar tocar lo que no se debe tocar. El riesgo de contagio es real", señalaba. En cualquier caso, el doctor Cisneros ha aclarado que se trata de una mera hipótesis ya que reconoce desconocer las circunstancias que han rodeado a este incidente.

Precisamente, tras la confirmación del diagnóstico, como recordaba en esRadio el doctor Cisneros, se activa un protocolo "bien diseñado y conocido por los profesionales que se dedican a este tema" consistente en la identificación de todas las personas que han podido estar en contacto con el enfermo. Una vez identificados, los profesionales médicos pueden evaluar si éstos tienen síntomas o no de la enfermedad y se activan las consiguientes medidas para evitar que puedan llegar a convertirse, a su vez, en transmisores del virus.

Por su parte, el miembro del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC), José María Molero, ha pedido prudencia a la población y ha asegurado que sólo se contagian las personas que han tenido un contacto muy directo con el paciente.

La afectada es una auxiliar de enfermería que trabajaba habitualmente en el Hospital Carlos III-La Paz de Madrid, donde tuvo contacto con el religioso fallecido de ébola el pasado 26 de septiembre, el misionero Manuel García Viejo.

"Las posibilidades de que haya transmitido la enfermedad son muy escasas ya que no es una enfermedad que se transmite por el aire sino que se necesita un contacto directo con la saliva o con la sangre para poderse contagiar. Por tanto, ni los vecinos de su comunidad ni las personas que han estado cerca de ella, ya sea en el metro o en un supermercado, se han podido infectar", ha asegurado en declaraciones a Europa Press.

Ahora bien, el experto ha reconocido que aquellos que han tenido una relación íntima o estrecha con la paciente sí pueden tener posibilidades de ser contagiadas. No obstante, Molero ha comentado que "seguramente" se habrá pedido una lista a la enfermera con todas las personas que hayan estado en contacto "muy estrecho" con ella para que acudan a hacerse las pruebas.

Dicho esto, el especialista se ha mostrado escéptico sobre la forma en la que la auxiliar de enfermería se pudo haber contagiado mientras atendía al sacerdote García Viejo ya que, tal y como ha insistido, "no es fácil contagiarse" y los protocolos de actuación están "muy bien establecidos".

Posibilidad de supervivencia

Respecto al tratamiento que va a recibir la afectada, después de que se hayan agotado las existencias del suero milagroso, Molero ha informado de que al ser detectada a tiempo tiene más posibilidades de supervivencia que la que tuvieron García Viejo o Miguel Pajares, fallecido también en España tras haber sido contagiado del ébola en Liberia, especialmente porque los religiosos vinieron "muy graves" y con enfermedades asociadas.

En este sentido, el experto ha explicado que la terapia que seguramente recibirá la auxiliar de enfermería consistirá en controlar las complicaciones de la enfermedad, especialmente las hemorragias. Además, será necesario que se la monitorice para conocer en todo momento las constantes vitales y, al mismo tiempo, se la hidrate adecuadamente.

"Cuando se accede a estas medidas de soporte general, si se hace a tiempo, las posibilidades de éxito son mucho mayores. Además, es importante recordar que la letalidad del virus es del 50 por ciento, incluso en los países en los que no tienen estas medidas de soporte", ha recalcado.

Finalmente, Molero ha insistido en que el riesgo de contagio "es muy difícil" y ha vuelto a pedir calma a las personas que han podido cruzarse con ella, incluso a los pacientes que ha podido atender antes de presentarse los primeros síntomas ya que, tal y como ha recordado, hasta que "no aparecen los síntomas no hay contagio" y los profesionales sanitarios, "de por sí", trabajan con material de aislamiento.

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