Salustiano Sánchez Blázquez, de 112 años y originario de El Tejado de Béjar (Salamanca), es ahora el hombre "más viejo del mundo" según el Libro Guinness de los Récords, tras la muerte del japonés Jiroemon Kumura, que falleció el pasado mes de junio a los 116 años de edad. La inmensia mayoría de centenarios y supercentenarios (personas que superan los 110 años) son mujeres y, de hecho, la persona viva más anciana se llama Misao Okawa y tiene 115 años.
Sánchez Blazquez, nacido el 8 de junio de 1901, emigró a Cuba con 17 años y dos años se mudó a Estados Unidos, donde vive desde entonces. El ahora ciudadano americano asegura que el secreto de su longevidad consiste en comer plátanos y tomar seis comprimidos de Anacin todos los días.
Además haber llegado a ostentar el título del hombre más longevo del mundo, el hombre, que asegura ser "músico autodidacta" y minero, disfruta hoy de su descendencia, que llega hasta cuatro generaciones por debajo de él. Así, a sus dos hijos y cinco nietos, hay que sumarle 15 bisnietos y cinco tataranietos.
La persona más longeva cuya edad se ha verificado fue la francesa Jeanne Calment. Murió en 1997, con 122 años. Vivió toda su vida en la ciudad de Arlés y, según su relato, allí conoció al pintor Vincent van Gogh. "Era feo, estaba arrasado por el alcohol y frecuentaba los burdeles", recordaba Calment en sus últimas entrevistas, pese a que el pintor había muerto más de un siglo antes, en 1890.