Los meses de verano son lo más deseados del año. Llega el buen tiempo y con él las ganas de salir de casa. Pero cada vez resulta más difícil prescindir de la conexión a internet cuando se está lejos del domicilio. Los móviles inteligentes han cambiado mucho el panorama gracias a su conexión inalámbrica que acompaña a todas partes, pero para algunos usuarios puede no ser suficiente.
Las necesidades y las soluciones cambian dependiendo de la persona. Para algunos es fundamental con una conexión rápida y estable, bien sea por trabajo o por sus planes de ocio. Otros usuarios tienen menos problemas a la hora de renunciar a la conexión o utilizar una más básica. Éstas son algunas de las opciones más importantes.
Cuando la solución cabe en el bolsillo: el móvil
Casi todos los teléfonos móviles tienen conexión a internet. Según el informe "La Sociedad de la Información en España 2014", que edita la Fundación Telefónica, el 81% de los móviles que se venden en el país son inteligentes, es decir, pueden acceder a la red. Con un smartphone conectado en el bolsillo muchas de las necesidades de conexión quedan resueltas. No supone demasiado problema consultar el correo electrónico, páginas web o redes sociales. No obstante, su utilidad queda limitada por algunos factores. Por una parte, no hay cobertura adecuada en todas partes, lo que puede dejar colgado al usuario en algún momento de necesidad. Además, la pantalla de un móvil no suele tener más de 5 pulgadas de diagonal, suficiente para algunas funciones, pero muy corta para otras como ver una película o escribir un email largo.
Pero la desventaja fundamental de un smartphone con conexión a la red es la limitación de datos. Los operadores de telefonía en España cuentan con una gran variedad de tarifas de telefonía, pero todas tienen un límite de descarga, un problema que no existe con una conexión fija de ADSL o fibra óptica. Con los gigas que se contratan a la compañía suele ser suficiente para acceder a las funciones básicas, pero si se desea descargar algún archivo grande o utilizar un servicio de audio o vídeo en streaming es fácil que el bono de datos se agote en muy poco tiempo.
Los pinchos USB
Los "pinchos", módems 3G o 4G que se conectan al ordenador mediante el puerto USB, han sido una de las soluciones de internet en movilidad más utilizadas en los últimos tiempos. Permiten solventar algunos de los problemas de los teléfonos móviles a la hora de conectarse a internet, como el de usar la conexión en un ordenador.
No obstante, con esta solución persisten muchos de los mismos problemas que con el móvil. Para utilizar un módem USB es necesaria una tarjeta SIM, la misma que funciona en un teléfono, con una tarifa de datos contratada a un operador.
Las tarjetas SIM pensadas para utilizarse sólo para conexión a internet son ofrecidas por casi todos los operadores de telefonía, pero sus precios no son nada competitivos. Vodafone cobra 11 euros al mes por una tarifa de 1 GB de datos al mes, y Orange tiene un precio similar, 10,89 euros.
Routers 4G
Los routers 4G, que funcionan mucho más deprisa que la generación anterior, son un gran avance en este campo. Hace unos años la conexión inalámbrica funcionaba mucho más despacio que una doméstica, lo que suponía un problema añadido. A día de hoy, el 4G ya lo ofrecen casi todas las compañías de telefonía españolas y pueden funcionar a velocidades equivalentes e incluso superiores a las que los usuarios tienen en casa.
Las conexiones más baratas
Los afortunados que cuentan con una segunda residencia de vacaciones tienen una posibilidad que no tiene el resto: contratar otra conexión a internet. Sin embargo, al tratarse de una línea que tendrá un uso menos intensivo que la del domicilio habitual, puede que sea interesante decantarse por una conexión más básica.
Según Fernando Summers, director de producto de Rastreator, "es fundamental que el cliente busque entre las distintas opciones que se ofrecen en el mercado de las telecomunicaciones, ya que hay grandes diferencias de precio entre unas y otras".
Pepephone ofrece la conexión de ADSL (hasta 20 Mb) más barata, por 23,60 euros al mes. A este coste hay que añadir el de instalación de la línea fija y el coste de adquisición de router, que pueden superar los 100 euros, pero sólo hay que pagar una vez. Jazztel, por su parte, tiene una oferta de ADSL a 12 megas que también incluye un teléfono fijo con un coste total de 37,44 euros al mes.
Para Summers, el cliente "tiene que tener claras sus necesidades, ya que las ofertas de Internet son abundantes y distintas", y antes de decidirse por una u otra "debe intentar encontrar la que mejor se adapte a sus necesidades en características y precio".