WhatsApp es una de las peores empresas a la hora de proteger la privacidad de los usuarios. Es la conclusión principal a la que ha llegado el informe anual elaborado por la Electronic Frontier Foundation.
"Who has your back? Protecting your data from government request", que así se llama el informe, analiza las prácticas de las 24 empresas más influyentes en el sector tecnológico. WhatsApp suspende en cuatro de los cinco apartados estudiados:
- No sigue la prácticas recomendadas por la industria, es decir, no requieren de una orden judicial para entregar contenidos de sus usuarios a autoridades.
- No informa a los usuarios sobre las demandas de datos por parte del gobierno, por lo que nunca sabrás si WhatsApp ha entregado tus datos a un tercero.
- No explica las políticas de retención de datos. Se supone que no guarda conversaciones ni fotos ni nada, pero nos sabemos si los retiene de alguna forma ni cuándo desaparece por completo el contenido.
- No desvela las peticiones de eliminación de contenido del gobierno.
Sólo aprueba por la utilización de una política pública pro-usuarios que hace que no se instalen puertas traseras del gobierno en sus soluciones. Resulta curioso que este punto positivo lo logre gracias a Facebook, que compró el servicio de mensajería en febrero de 2014 y le obliga a oponerse a la instalación de esas puertas traseras para que los gobiernos puedan espiar a usuarios sin si consentimiento.
Visto esto se puede decir que es una temeridad mandar documentos sensibles por este medio, usarlo para trabajo, que un político la use y usarla si quieres tener una conversación que no quieres que lea un tercero.